El primer grupo de militares de la Brilat que regresa de Afganistán tras el inicio de la operación de relevo en el contingente español desplegado en el país asiático ha llegado este jueves al aeródromo militar compostelano de Lavacolla, donde han sido recibidos entre aplausos y lágrimas de emoción por sus familiares y amigos.

En concreto, ha sido un grupo de 102 militares que se han quedado en Galicia a los que hay que sumar otros 55 más que han continuado viaje hacia Madrid. El regreso desde Afganistán se produce después de aproximadamente seis meses de misión formando parte del contingente español en el país afgano ASPFOR XXXII.

El avión que transportaba a los militares tomó tierra sobre las 17.10 horas, ante la atenta mirada de decenas de familiares y amigos que esperaban impacientes la llegada de los soldados portando flores y carteles en los que les daban la bienvenida. Asimismo, en el aeródromo les esperaba además la Banda Militar.

En declaraciones a los medios de comunicación, el comandante de infantería Juan Luis López Carranza ha manifestado que los militares se encuentran "muy orgullosos" de la misión que están realizando en Afganistán y regresan a casa con "mucha alegría" y haciendo "un balance muy positivo". "Misión cumplida", apostilló el comandante de infantería, que ha elogiado el papel de los integrantes de la Brilat como "gente muy motivada" y "muy disciplinada". "Todas las misiones son duras e intensas, sobre todo cuando se sale fuera de los destacamentos, pero todas se afrontan con preparación", ha sentenciado.

Sobre los soldados españoles que todavía quedan en Afganistán, Juan Luis López Carranza ha señalado que están "muy contentos" y "muy satisfechos de la misión que están cumpliendo", aunque con "ganas de venir" a España. Se espera que a lo largo de este mes se complete el relevo y la Brilat sea sustituida en Afganistán por la ASPFOR XXXIII compuesta en su mayoría por militares de la Brigada de Infantería Ligera "Canarias". Esta unidad será la encargada de completar el repliegue de las tropas españolas en el país asiático que comenzó la Brilat a lo largo de estos seis meses de misión en los que tuvo que afrontar la complicada tarea de replegarse hacia el cuartel de Qala i Naw tras ceder el mando al ejército afgano de los puestos avanzados de combate de Ludina y Moqur. También organizaron los primeros convoyes que trasladaban el material del repliegue hacia Herat, además de formar a las unidades del ejército afgano y colaborar con ellos en la represión de la insurgencia, dándole cobertura a sus operaciones militares.