Roscones y huevos son los obsequios más tradicionales durante la Semana Santa y para los que no hay crisis, como explican las encargadas de las panaderías Campolongo, que ayer vendieron decenas de dulces.

"Los huevos los llevamos vendiendo ya desde el miércoles", señalan, "seguramente porque muchos padrinos se van fuera y quisieron dárselos antes a los ahijados, y los roscones se venden también muchísimo".

Los precios se mantienen alrededor de los 13 euros el kilo en el caso de las roscas. Por su parte, los huevos pueden adquirirse desde los 11 euros, si bien los más grandes superan los 30.

¿Si no hay crisis? Más bien lo que pasa es que los ahijados no entienden estas cosas", señalan las dependientas, mientras que una de las clientas apunta a que se trata de "regalitos que no son muy caros y que hacen mucha ilusión a los niños, por eso los padrinos siempre nos acordamos". Así es que al refrán "el que tiene padrinos se bautiza" habría que añadir: y come rosca.