La reciente concesión del premio europeo Intermodes al Concello por su programa "Metrominuto" asociado a sus plan de reforma urbana y peatonalización, ha animado al Concello a buscar fondos económico en la UE para proseguir con esa transformación. Las dificultades para obtener financiación propia con la que afrontar nuevas obras ha llevado al gobierno local a poner sus ojos en la segunda fase del denominado proyecto Civitas II, cuya convocatoria se abrirá en marzo. Este plan, destinado a promover medidas de transporte urbano y de movilidad alternativa al coche, cuenta con un presupuesto de 100 millones de euros para 36 ciudades europeas, lo que permite aspirar a un mínimo de dos millones para Pontevedra.

El Concello ya se ha puesto manos a la obra para obtener estos fondos y proseguir sus planes de reforma urbana "porque propuestas de actuación no nos falta", según admite el alcalde, Miguel Fernández Lores, quien confía en "completar unas actuaciones que requieren mucha inversión en pavimento, iluminación, mobiliario, y ahora tenemos una limitación de gasto".

Deja claro que "queda mucho por hacer por que no tenemos los mismos estándares de calidad urbana en toda la ciudad. Aún hay calles y plazas y barrios prácticamente sin tocar. Se ha avanzado mucho pero la accesibilidad no es total y siguen las obras". Y aporta un primer listado de proyectos pendientes: "la avenida de Vigo, O Castañal, la avenida de Compostela, con cuatro carriles inhóspitos. También está pendiente la mejora del puente de A Barca, que cae de cajón, con 5.000 personas de Poio que están más cerca del centro de la ciudad que los de A Parda y hay que facilitarles las cosas, desviando el tráfico por A Correntes".

La otra vía son los paseos marítimo-fluviales. Además de completar el paseo entre Pontevedra y Marín por la autovía, "me gustaría continuar el paseo de Os Gafos desde el tramo ya hecho a través de la estación de autobuses, hasta el nudo de O Pino. Nos queda el tramo junto al albergue, que es una zona muy degradada".