La sangría continúa. Y lo que es peor ningún agente social (sindicato u organización empresarial) se ve capaz de vaticinar el final de la hemorragia. Pontevedra y su comarca encaran el mes de marzo con sendas cifras récord de parados a sus espaldas: en la ciudad son ya 8.816 el número de desempleados registrados en el Servicio Público de Emprego-Inem y en la comarca suman 20.802. Entendiendo la comarca como el área territorial que comprende los catorce municipios siguientes: Pontevedra, Poio, Sanxenxo, Marín, Vilaboa, Barro, Ponte Caldelas, Cotobade, Campo Lameiro, A Lama, Caldas de Reis, Cuntis, Moraña y Portas.

Son cifras récord que están en sintonía con la realidad provincial, en donde están contabilizados 108.877 parados lo que sitúa a Pontevedra a la cabeza de las provincias gallegas por el número de aspirantes a encontrar un trabajo.

En la ciudad del Lérez se contabilizaron al acabar febrero 165 desempleados más que los registrados el mes anterior y hasta 641 más si se toma como referencia el inicio del año, momento respecto al cual el incremento del número de parados de Pontevedra se sitúa en un 7,8%.

En el conjunto de la comarca la diferencia en el cómputo de demandantes de empleo desde que empezó el 2012 es de 1.181 personas, lo que supone un incremento del 6% en los dos primeros meses del año.

"No hablamos de números, hablamos de dramas" recalcan desde los sindicatos locales a la hora de valorar los últimos datos del paro, conscientes de "las escasas por no decir nulas" posibilidades de reinserción laboral de los que pierden su trabajo. El cierre de empresas, los ERE y el goteo de despidos no cesa, recuerdan en UGT, CIG y CC OO desde donde no vislumbran ni siquiera el punto de inflexión en una crisis que afronta su cuarto año.

Además, los sindicatos ponen el acento en un dato colateral: el incremento de hogares sin ingresos "que están sobreviviendo bajo el amparo familiar" apunta el secretario comarcal de UGT, Ramón Vidal.

Según constatan las series estadísticas de la Seguridad Social, las prestaciones por desempleo dan cobertura al 69% de los parados y las perspectivas a corto plazo es que aumente el número de beneficiarios que agoten los subsidios.

Junto con Pontevedra son los concellos de Marín y Sanxenxo los más castigados por el desempleo, apartando 46 y 34 nuevos parados al Servicio Público de Emprego-Inem hasta situarse en 2.744 y 1.858 demandantes de empleo al finalizar febrero.

Mayores aportadores

Un análisis más detallado de los últimos datos del paro revela que, un mes más y van cinco, son la industria y los servicios los sectores que nutren en mayor medida las listas del Inem.

El declive de la industria en la comarca, y en el conjunto de la provincia, preocupa de manera especial a los sindicatos debido a que es el sector que se identifica con el empleo de estable y calidad, junto al generado por las administraciones.

La crisis de la construcción naval, el metal y en actividades relacionadas con la automoción explican la caída del empleo industrial en Pontevedra y el hecho de que sus desempleados supongan ya el 13,7% del total de los registrados en la comarca.

Bien es cierto que los servicios (bajo cuyo epígrafe se engloban los empleados públicos) se mantiene como el sector que acumula el mayor número de parados, debido en gran medida a la estacionalidad de sus contratos (caso de la hostelería, turismo o comercio). Buscan trabajo en este área laboral 10.925 desempleados de la comarca, es decir, más de la mitad (el 52,5%) de los registrados en el Servicio Público de Emprego-Inem.

Entre los demandantes de empleo de la comarca se encuentran 2.295 personas, un 11% del total, que aspiran a incorporarse por primera vez al mundo laboral. Es un grupo que ha ido creciendo, en volumen y en edad media, en los últimos años, según se desprende de sus datos biográficos. Los menores de 25 años han dejado de ser mayoría y el porcentaje de mujeres y varones se ha igualado.

Los datos del paro cargan de razón a los sindicatos para intensificar las movilizaciones contra las políticas de austeridad y la reforma laboral, que desembocarán en una huelga general.