La organización no pudo ver cumplido su propósito de acortar, al menos en tiempo, el desfile del Carnaval. Lejos de ello, la edición 2012 se convirtió en una de las más largas de los últimos años, hasta el punto de que casi tres horas después de iniciado el desfile continuaban saliendo grupos, comparsas y camiones de la calle 12 de Novembro, donde arrancó la comitiva festiva.

Si todos los años el desfile saca a las calles a cientos de familias, las suaves temperaturas animaron aún más al público a presenciar el que es uno de los principales espectáculos del Carnaval pontevedrés, así es que miles de pontevedreses se agolparon en distintos puntos del recorrido para sumarse a la fiesta.

La exceptación no se vio no obstante compensada por el resultado y se echó en falta más calidad en el desfile, crítica local (prácticamente ausente salvo grupos puntuales como el que parodió el perímetro de la Brilat o la construcción del puente de As Correntes) y humor.

A cambio y a pesar de la crisis fue una de las ediciones en las los grupos, en esa ocasión muy numerosos, presentaron las escenografías más espectaculares: volcanes humeantes, grúas, un gigantesco caracol de cartón piedra, un caballo alado, unicornios y hasta una esfinge.

Se trata de grandes montajes que han supuesto el trabajo de decenas de personas en las últimas semanas y que se suman a los ensayos, compra de trajes etc. Como mínimo, una comparsa de unos 80 miembros invierte alrededor de 20.000 euros en su "puesta a punto" para cada Carnaval.

Un año más, la carroza del rey Urco, el monarca del Entroido capitalino, abrió la comitiva festiva . Tras él, todo un abanico de "fiesteros" vestidos de aguardenteiros, faraones, pilotos de aviación, de los personajes de la serie verano Azul y, por descontado, de Urdangarín.

El yerno del Rey fue el protagonista de varias parodias, pero si alguna aplaudió el público fue la de "Os de Sempre", que desmbarcaron en el desfile a bordo del yate Nuevo Bribón (tirado por un chimpín), en el que un elegante duque regateaba lo que podía.

Unos metros antes decenas de trabajadores se afanaban en construir el puente de As Correntes mientras que soldados de la "Briplás" se afanaban por ampliar el perímetro de la base a toda Pontevedra, bajo el lema "Vamos a todo por la patria" y coreando marcialmente: "¡Viva España¡", "¡Viva el Rey!" "¡Viva Honduras!".

Pero si alguna se divirtió fue la duquesa de Alba, que volvió a lucir el traje de la boda, a vestir a su mejor amiga de mantilla y a arrancarse por sevillanas mientras el coro le cantaba: "Tirarle rosas a la niña que baila". Se busca a los novios: vivos o borrachos.