La Tesorería General de la Seguridad Social tiene actualmente en vigor en la provincia un total de 144 subastas de bienes embargados por impagos, si bien la mayor parte de esas pujas corresponden a bienes muebles (con 78 casos de electrodomésticos, muebles y herramientas) y a vehículos, con veinte coches pendientes de comprador. Las subastas de mayor envergadura corresponden a las fincas rústicas (12 en la actualidad) y, sobre todo a los bienes inmuebles urbanos. En este capítulo donde la provincia acumula 34 pujas pendientes, doce de ellas en la comarca de Pontevedra, si bien son la capital y Sanxenxo los municipios que acaparan la mayor parte de los casos.

En toda España son 4.929 las subastas en curso, que se desarrollan en 38 provincias. La de Pontevedra, con 144 casos, encabeza los casos gallegos y es la décima del estado. Los doce bienes de la comarca son viviendas, casas, pisos, terrenos, almacenes, trasteros y garajes, que suman una tasación de mercado de más de 1,2 millones de euros, si bien la Seguridad Social aspira a obtener con su enajenación algo más de 516.000 euros, el importe de la deuda que los propietarios arrastran con el Estado. En bastantes casos, las fincas que se subastan arrastran cargas por hipotecas y otros asuntos que implican una enorme diferencia entre el precio de mercado y el de salida que fija la Seguridad Social.

En el caso de Pontevedra, son seis los bienes en proceso de subasta, si bien cinco de ellos corresponden a un mismo edificio de la calle Rodríguez Seoane (al lado del barrio de Os Salgueiriños), donde se ofrece dos garajes, tres trasteros y una vivienda para recaudar alrededor de 230.000 euros. La otra subasta activa en la capital corresponde a una finca en la parroquia de Verducido, valorada en 238.000 euros pero que se ofrece por 101.000 dadas las notables cargas que arrastra. La finca dispone de una vivienda unifamiliar de unos 300 metros cuadrados.

Sanxenxo, por su parte, cuenta en la actualidad con cuatro bienes inmuebles embargados y cuyas subastas están fijadas para el presente mes de diciembre y en enero. Se trata de un local destinado a vivienda en Portonovo, por el que se piden 70.000 euros, una finca con edificio destinado a residencia, en la parroquia de Vilalonga, tasada en 12.634 euros, un almacén en Vilalonga, con el que la Seguridad Social espera ingresar 35.000 euros (cuatro veces menos de su tasación), y un piso en la calle Progreso de Sanxenxo, de 85 metros cuadrados, con un precio de salida de 36.500 euros. Está tasado en 217.000, pero arrastra unas cargas de 180.000.

Otros municipios

Barro y Moraña cuentan con los dos últimos casos de fincas embargadas. En el primer municipio se trata de una casa de piedra de 210 metros cuadrados ubicada en Porráns y que se subastará el mismo día de la Lotería de Navidad, el 22 de diciembre por 20.000 euros, ya que está tasada en 130.000 pero tiene 110.000 de cargas. En Moraña se podrá pujar, el mismo día por una casa con terreno en Covelo. La enajenación se fija en 12.350 euros, ya que sus 166.000 euros de precio real están cargados con 154.600 euros.

La Seguridad Social está facultada por la ley para embargar bienes y venderlos en pública subasta para, con los ingresos obtenidos, cobrar la deuda pendiente. Estas subastas afectan a todo tipo de bienes, desde fincas rústicas y urbanas, a vehículos, embarcaciones, maquinaria, mobiliario, material ofimático y toda clase bienes muebles o inmuebles, según detalla el propio organismo, que aclara que a estas pujas se puede presentar cualquier persona salvo los directamente implicados en el embargo, así como el personal de la Seguridad Social.