El Instituto Galego de Estatística (IGE) contabiliza en el municipio de Pontevedra un censo total de 6.841 empresas, tanto de carácter industrial como de servicios y comercio, una cifra, correspondiente al año 2010 y que es la más baja que se registra en la capital desde 2006, un fenómeno que se recrudece en el tejido industrial, que ha caído un 11% en dos años, al pasar de 352 a 315, y en la construcción, con un descenso similar, al perder 125 firmas en ese periodo. Se trata de dos de los sectores más castigados por la crisis, ya que buena parte del desempleo procede de esa actividad. De hecho, apenas el 15% de toda la economía local depende actualmente de la industria y la construcción, puesto que ocho de cada diez empresas del municipio corresponden al sector servicios.

Este dato oficial del IGE se ve agravado con un segundo análisis del mismo instituto, que pone de manifiesto que por primera vez desde 2000, el número de cierres empresariales (901 en 2010) superó a las nuevas altas (poco más de seiscientas).

Caída generalizada

La caída en todos los sectores empresariales de la ciudad en el último año es casi generalizado. Si es especialmente notable en el apartado industrial, en casos como las panaderías, el textil, la manufactura de la madera o las artes gráficas, también se nota con fuerza en la construcción y la actividad inmobiliaria. El desplome en este sector afecta a todas las modalidades de negocio, desde la ejecución de inmuebles propiamente dicha a la promoción inmobiliaria, la ingeniería civil, las demoliciones y preparación de terrenos, las instalaciones eléctricas y de fontanería y el acabado de edificios.

Pero no son los únicos. Los transportes y almacenamientos, la hostelería (con 626 negocios) y las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento también registran un descenso de su número de empresas.

Por contra, han aumentado en el último año actividades como los de información y comunicaciones (grabación y edición musical, lo relacionado con la informática o las telecomunicaciones), los servicios financieros y de seguros y las altas en materia profesional, científica y técnica, en especial asesorías fiscales y de contabilidad, veterinarios y arquitectura e ingeniería y asesoramiento técnico. La educación es otro apartado que, según el IGE ha crecido de forma llamativo en los dos últimos años, con 164 empresas dedicadas a ello, frente a las 145 de 2008.

En cuanto al sector servicios en general, donde se aglutina el negocio comercial y se contabilizan 5.500 negocios, se advierte un descenso del 2%, pero teniendo en cuenta el panorama general, se puede entender que soporta con mejor cara la crisis. No obstante, el capítulo del automóvil (venta, concesionarios, talleres) es uno de los más sacudidos por la recesión y se deja notar en el número de negocios, mientras que el comercio en general, una de las bases de la economía local.

El apartado sanitario y de servicios sociales, en especial residencias de la tercera edad, atención a personas con algún tipo de discapacidad ye incluso toxicómanos, se mantiene, al igual que las reparaciones de aparatos de uso doméstico y los denominados "servicios personales".