El estado de abandono que presentan al menos tres edificios que son titularidad de la administración en Pontevedra los ha dejado en manos de los "okupas" que han hecho de ellos su lugar de residencia generando quejas entre los vecinos. Se trata del antiguo cuartel de la Guardia Civil en Loureiro Crespo, el viejo colegio de Os Campos en Mourente y el edificio que gestiona el Instituto Galego de Vivenda e Solo de la Xunta y que se utilizó como viviendas de realojo para los residentes en las chabolas demolidas en el poblado de O Vao.

Es, por lo tanto, un problema que afecta a todas las administraciones por igual, ya que en el caso pontevedrés, estos tres edificios son responsabilidad del Estado, el Concello y la Xunta de Galicia, respectivamente.

Por el momento, el primer organismo público que ha tomado cartas en el asunto ha sido el gobierno autonómico quien, tras escuchar las quejas vecinales, desalojó ayer el polémico inmueble de Monte Porreiro utilizado para los fallidos realojos de O Vao. Según confirmaron fuentes de la Consellería de Xustiza, agentes de la Policía Autonómica se dirigieron en la mañana de ayer al inmueble de la calle Alemania acompañados de un inspector de la Consellería de Vivenda para proceder al desalojo de las personas que habían ocupado ilegalmente las viviendas. Según la Xunta, tras comunicar a los "residentes" que debían dejar el edificio, estos abandonaron el lugar de forma totalmente pacífica y sin que se registraran incidentes.

Un caso pendiente de resolver es el del viejo colegio de Os Campos, en Mourente. Santiago Laya, presidente de la Asociación de Vecinos O Castro, explicaba ayer que el edificio sigue estando a merced de un numeroso grupo de "okupas" pese a las denuncias que han formulado en reiteradas ocasiones ante el Concello de Pontevedra. Desde el colectivo vecinal insisten en que el edificio es utilizado como residencia por un "amplio" grupo de personas y la situación está derivando en numerosas llamadas de vecinos que protestan ante la posibilidad de que se convierta en un foco de insalubridad. Laya señaló que volverán a insistir ante el Concello para que se le busque una solución a un inmueble. O Castro propone que sea recuperado para convertirlo en un centro social y en un parque que sería utilizado por los vecinos de la zona.

El tercer caso es el del viejo cuartel de la Guardia Civil en Loureiro Crespo. Pendiente de demolición para construir una plaza y un edificio de 20 viviendas, la crisis ha paralizado el proyecto. El inmueble está habitado desde hace tiempo por una única persona que convivía con los vecinos sin que se registrasen quejas por su comportamiento. Más al contrario, algunos de los vecinos de la zona incluso le confiaban tareas como la limpieza de sus vehículos a cambio de la voluntad. No obstante, señalan que en ocasiones son más las personas que penetran en el viejo cuartel, situado en pleno casco urbano de la ciudad, para pasar allí la noche llegando a calificarlo algunos de los vecinos de un auténtico "hotel" para "okupas".

Desde la Policía Nacional explican que cuentan con las manos atadas para actuar en este tipo de casos mientras que los propietarios de los inmuebles no muevan ficha, ya que tampoco cuentan con denuncias por incidentes en ninguno de los tres edificios.