Las restricciones y limitaciones que la Consellería de Medio Ambiente y Territorio establecen al futuro Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Pontevedra hacen "inviable" el documento ya que invalidan más de la mitad de los terrenos urbanizables previstos en el municipio (para viviendas, pero también para equipamientos, zonas verdes y espacios industriales) e impiden programar al menos 20.000 de las 30.000 nuevas viviendas planificadas. Así se pone de manifiesto en la última adaptación realizada por el equipo redactor del PXOM, según explicó ayer el concejal de Infraestructuras, César Mosquera. El gobierno local ha decidido remitir el documento de nuevo a la Xunta, pero sin incorporar prácticamente ninguna ya que "lo harían inviable", añadió el edil.

Mosquera, armado de planos, informes y documentos, detalló ayer, durante más de cuarenta minutos, los efectos que tendría sobre el PXOM la aplicación estricta de las exigencias autonómicas, y que servirán de base, además, para una charla informativa convocada para las 20.30 horas de hoy en el Auditorio de Novacaixagalicia. Él mismo y el alcalde, Miguel Fernández Lores, detallarán a los asistentes lo esbozado ayer en el Concello.

El eje de los "recortes" al PXOM es el informe que la Xunta emitió a principios de 2010 y que "significa, en la práctica, que sólo se admite el suelo urbano que ya existe, e incluso lo recorta en algunos puntos (hasta el extremo de que advierte de problemas en áreas ya edificadas, como en el entorno de Os Salgueiriños o en Ponte Boleira), y se tendría que reducir de forma notable el suelo de núcleo rural". A modo de ejemplo, Mosquera explica que el PGOU aún en vigor, que entró en vigor en enero de 1990, protegía, de un modo u orto (costas, forestal y alguna otra categoría) alrededor de un 40% de los 118 kilómetros cuadrados del municipio, mientras que el PXOM en redacción eleva esa protección al 77%. "Quedaría un 23% del territorio, incluido el actual casco urbano, (unos 27 kilómetros cuadrados) para actuar en materia residencial, industrial, dotacional y zonas verdes. Con las restricciones de la Xunta habría que proteger alrededor del 90%, con lo que el suelo utilizable apenas sería de 12 kilómetros cuadrados, menos de la mitad.

En el apartado estrictamente residencial, el concejal explicó que con el PGOU aún en vigor todavía existe suelo en el municipio para construir unas 20.000 viviendas, y con el Plan en elaboración se elevaría esa cifra en 10.000 más. Por contra, la Xunta no sólo invalidaría las 10.000 añadidas ahora, sino incluso la mitad de las programadas hace dos décadas, añade Mosquera.

"Con este panorama estamos abocados a que el PXOM sea un desastre, por lo que sólo se me ocurren dos hipótesis: que la Xunta se pasó escribiendo, como así es, o que se trata de una primera postura para negociar, como ya ocurrió con el Plan do Litoral, donde el primer borrador, tan restrictivo como este informe, no tiene nada que ver con lo aprobado al final, mucho más razonable". No obstante, el concello no tiene previsto entablar, al menos a corto plazo, esas hipotéticas negociaciones, que quedarán postergadas, casi con toda seguridad, hasta después de las elecciones municipales de mayo.

A juicio del gobierno local, el PXOM en redacción "se ajustó a unos parámetros parecidos a los planes de Vigo o Santiago, pero vemos que la Xunta es cada vez más restrictiva. "La impresión que da -estima César Mosquera- es que "hubo barra libre para estos planes hasta julio de 2003, con casos como los de Sanxenxo y Poio, y ahora se quieren hacer pagar aquellos excesos y errores a los nuevos documentos".