Música, una exposición de trabajos realizados en los talleres ocupacionales del centro, una explicación sobre las tareas ambientales realizadas por los internos, entrega de galardones y distinciones a funcionarios y entidades colaboradoras y, como no, discursos oficiales. Una sucesión de hechos que dejó constancia ayer de que la prisión de A Lama estaba de fiesta. Se celebraba el Día de la Merced, patrona de Instituciones Penitenciarias y por ello las puertas del penal se abrieron para autoridades e invitados.

Había una ausencia notoria pero que llenaba de orgullo a toda la comunidad carcelaria: la del director de la prisión, José Antonio Gómez Novoa, que a esa misma hora estaba en Madrid para recibir de manos del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, la medalla de Oro al Mérito Penitenciario.

La subdirectora de Tratamiento de la prisión de A Lama, Elisa López, asumió el papel de anfitriona y aprovechó su intervención para poner en valor el trabajo de los funcionarios y su implicación profesional y hasta personal "a pesar de los momentos duros por los que estamos pasando debido a las dificultades económicas, la sobreocupación y los problemas derivados de nuestro trabajo".

Elisa López destacó "el aumento y la consolidación" de los programas de tratamiento que se desarrollan en A Lama y el "exito" de los módulos convivenciales. También hizo mención especial a las actuaciones medioambientales desarrolladas por los internos, entre las que destacó el taller de reciclaje puesto recientemente en marcha.

El realce institucional lo aportó el delegado del Gobierno de Galicia, Antón Louro, quien destacó en su discurso la apuesta por la reinserción de los centros penitenciarios españoles, que se traduce en "la implantación de un sistema de trabajo que busca, entre otras cosas, la participación, la actividad y la socialización del interno dentro del centro, así como la intervención sobre tipologías delictivas y la oferta de actividades para el momento de la reintegración en la vida en libertad". En este contexo elogió las políticas de tratamiento y reinserción de A Lama, como la creación de un nuevo módulo de convivencia educativo y su decisión por asistir a internos con algún tipo de trastorno mental.

Louro lamentó que la sociedad "ºsiga alejada" de la realidad de las cárceles, por lo que reivindicó "una mayor consideración de la opinión pública" por el trabajo de los empleados y voluntarios en los mismos.

A Lama albergaba ayer 1.722 internos. Con una plantilla de 480 funcionarios, la demanda de personal es una constante.