Esculturas, óleos, dibujos, autorretratos, variedad de objetos y, cómo no, fotografías, todas ellas obras de uno de los artistas más relevantes del siglo XX. Así, 190 piezas de Man Ray descansan desde ayer en las instalaciones de la sede social de Caixanova en Pontevedra, mostrando la trayectoria de un artista que consiguió un papel protagonista en el surrealismo, el dadaísmo y el modernismo europeo y norteamericano. Un hombre que entre sus amigos más cercanos contó con personalidades del mundo del arte como Dalí, Picasso, Buñuel o Duchamp.

Desde sus obras más conocidas a otras que lo son menos; desde los retratos a sus amigos a sus autorretratos; desde las solarizaciones a objetos cotidianos como planchas y perchas que él, con su ingenio, convirtió en arte. Todas ellas reunidas en una muestra que consigue recopilar diversas obras como "Risa de ensueño", "Obstrucción", "Pintura natural", "Paletable" o "Regalo" , hasta ahora dispersas entre Europa y Estados Unidos. Todo ello combinado para crear un interesante recorrido significativo de la totalidad de la obra de un artista norteamericano que decidió instalarse en París. Un renacentista afincado en el siglo XX que encontró en la ciudad francesa el mejor escenario para convertirse en una de las figuras más relevantes del arte del siglo pasado.

Además de las fotografías protagonizadas por sus amigos y de sus propios autorretratos en los que juega con la realidad, otra de las paredes de la sala de exposiciones aparece decorada con las fotografías que Man Ray dedicó a la que fuera su modelo y amante, Kiki de Montparnasse, cuya figura domina las míticas escenas que el artista creó para "Violon D´Igres" o "Negra y Blanca".

Tras su inauguración ayer, la ciudad del Lérez se ha convertido en la sede de esta exposición de prestigio internacional que, considerada como la mayor realizada en Galicia de este artista, permanecerá abierta al público de forma gratuita hasta el próximo 25 de octubre.