No hay triunfos si previamente no hay un gran esfuerzo, esto lo sabe bien Javier Noya. Este ferrolano afincado en Pontevedra ha sido distinguido por Amigos de Pontevedra y hoy recibirá su distinción. El campeón mundial de Triatlón lleva a cabo todos los días un riguroso horario de entrenamiento de la mano de Omar González.

– ¿Cuáles fueron sus inicios en este deporte?

–Yo empecé nadando en el Club de Natación de Ferrol donde conocí al que fue mi entrenador durante muchos años allí. El triatlón fue un poquito por casualidad, después de una competición unos compañeros me dijeron que hiciera un triatlón y yo no sabía ni en qué consistía… fui allí casi sin entrenarme ni nada y la experiencia fue aunque dura positiva en Castropol, Asturias.

– Su carrera ha estado marcada por los conflictos con el Consejo Superior de Deportes a causa de una pequeña anomalía cardíaca detectada cuando empezaba, a los 15 años.

– Pensaban que no debía hacer triatlón que podía tener algún riesgo para mi salud entonces en principio me vetaron la licencia y no podía competir. Después de haber visitado muchos médicos, mucha gente vio que ese problema no me afectaba para nada, ni en mi rendimiento, ni en mi salud, ni nada. Entonces se convirtió más en un problema burocrático por lo que estuve dos años sin poder competir a nivel nacional. Y fue bastante duro. Era joven y no me jugaba grandes cosas, pero sí la posibilidad de haber quedado campeón del mundo junior, campeón del mundo, campeón de Europa junior, haber ido cogiendo más experiencia. Y bueno tuve suerte, entrecomillas, que me mantuve entrenando y con ganas pero lo más normal quizás hubiera sido haber dejado todo y dedicarme a otra cosa porque no veía que ese problemas se fuera a solucionar en un futuro. Al final con el apoyo de mucha gente y mucha lucha se solucionó y he estado compitiendo como los demás. Fueron momentos complicados, lo más duro quizás de mi carrera.

– ¿Cómo es un día normal en la vida de Javier Gómez Noya?

– Ajetreado pero depende de las épocas, por ejemplo, ahora que es casi cuando más estoy entrenado, aunque cada día varía mucho, un día tipo suelo empezar con unos cuatro mil o cinco mil metros de natación. Luego voy de bici, entre dos y tres horas, y por la tarde unos 15 o 18 kilómetros de correr a pie, a veces con series.

– De las tres modalidades que practica en triatlón con cuál disfruta más?

– Yo creo que donde mejor soy cuando estoy en forma es en la carrera a pie. Y es casi lo mejor porque es la última en el triatlón y bueno ahí es donde te juegas prácticamente casi todas las competiciones. Entonces marca más las diferencias que las otras dos disciplinas y también lo buscamos, que sea la mejor porque es lo que más conviene.

–En la última competición realizada en Pontevedra el mal tiempo y una lesión no le acompañaron.

–Estaba saliendo de una lesión que fue bastante gorda, tenía el talón de aquiles bastante fastidiado. Lo tuve desde un mes antes de los Juegos Olímpicos lo que pasa es que claro, no paras porque tienes ahí los juegos y entrenas, y pensé que con parar un mes ya se me iba arreglar y estuve siete meses hasta mayo que empecé a correr otra vez. Esta competición la cogí con dos semanas de entrenamiento de carrera a pie y bueno quedé de segundo, que ya no está mal pero ahora ya voy mucho mejor, ya pude dejar atrás esa lesión que fue complicada.

–¿Cuáles son sus próximas competiciones?

–El 15 de agosto en Inglaterra, el fin de semana siguiente en Japón y luego otra semana después en Australia que es la final del Mundial. Ahora estoy segundo en el Mundial y he ganado el Europeo pero voy a luchar hasta el final para ganar.