Gobierno y oposición de la Diputación escenificaron ayer su desencuentro sobre los presupuestos para 2009. En el pleno que servía para aprobarlos, PP por un lado y PSOE y BNG por otro se enzarzaron sobre el contenido y objetivos de estas cuentas. Recibieron el visto bueno únicamente con los votos de los conservadores, que alabaron el documento y lo consideraron como "histórico" por su capacidad para "fomentar traballo". Mientras el grupo socialista calificó el plan anticrisis provincial como el "gran adorno" , mientras que desde el nacionalista se restó cualquier novedad y se criticó el "continuismo orzamentario".

Los presupuestos para 2009 alcanzan un total de 181 millones de euros y el grupo de gobierno destaca sobre ellos que la inversión real aumenta un 39% y que el gasto en personal y mantenimiento desciende algo más del 5%. En ellos aparece un apartado dedicado al plan anticrisis, programa que se desarrollará en tres anualidades, siendo ésta la primera. Según apunta el equipo de Rafael Louzán se invertirán hasta 2011, un total de 275 millones con la idea "prioritaria" de crear puestos de empleo y apostar por las empresas, con especial énfasis en las pequeñas y medianas, se remachó.

Todo este discurso sobre las benevolencias del presupuesto aprobado y el plan anticrisis incluido en él fue desmontado desde los partidos de la oposición. Principalmente reprocharon el excesivo endeudamiento que tendrá que afrontar el ente provincial, que se quedaría "al límite legal establecido", apuntó el portavoz de los socialistas, Emilio González Iglesias. Mientras, César Mosquera, desde las filas nacionalistas, lamentó que el plan antricrisis perdió "o seu efecto", puesto que se planteó para sufragar obras desde el primer semestre de 2009, "e ese plazo xa está prácticamente sobrepasado". Además, lamentó que "ante a crise os presupostos seguen a mesma tónica que en anos anteriores, cando se agardaba unha profunda reestructuración".

Asimismo, ambos deploraron la tardanza en la aprobación de las cuentas: "Estes orzamentos son históricos porque se aproban máis tarde que nunca, o 30 de abril". El BNG propuso varias enmiendas a los presupuestos, la de destinar de 7 a 10 millones de euros para las familias pontevedreses con todos sus miembros en paro o la de otros 6 para los municipios con menos de 20.000 habitantes. El portavoz popular, José Manuel Figueroa respondió a lo primero que "os cidadáns queren traballo, non limosna" y que la institución pontevedresa "aposta por crear emprego, non pola beneficencia".

Por parte de la oposición fue Emilio Iglesias quien arremetió con mayor insistencia contra los nuevos presupuestos provinciales. "A única novidade é que se incorporan 50 millóns obtidos a través de crédito, o resto dos cartos corresponde a outros apartados ou partidas que quedaron sen gastar con anterioridade", matizó González Iglesias, quien recordó que "o endebedamento alcanzará o 109%, cando o tope legal é de 110". Además, instó al grupo mayoritario a que "ao igual que fixo os tres anos anteriores esixa axuda económica á Xunta, cousa que non ocorreu agora".

Tanto PSOE y BNG, además, reprendieron las "formas" con las que se llevaron a cabo la presentación de presupuestos y su aprobación. Mientras, desde el PP reiteraron su compromiso con la puesta en marcha de nuevos empleos y se atacó a socialistas y nacionalistas: "Vostedes serán magníficos para facer doutorados, pero cando gobernan destrozan a xestión".

‘Pique’ entre el Plan ZP y el de Louzán

Buena parte de las casi cuatro horas durante las que se desarrolló el debate sobre la aprobación de los presupuestos se dedicaron al ‘pique’ que mantuvieron PP y PSOE sobre qué plan anticrisis era mejor, el del Gobierno o el de la Diputación. Por parte de los conservadores se llegó a afirmar que "o plan ZP é ridículo". Figueroa, denunció que "moitas empresas despiden traballadores para volver a contratar a outros tantos" con el fin de beneficiarse de él. Además, comparando, apuntó: "O plan ZP é de 169 millóns, o noso, de case 300".

Por su lado, desde la parte socialista se contestó que esta última cifra hacía referencia a tres anualidades y que en todo caso se incluirían en ella obras ya adjudicadas o partidas que quedarón sin gastar de presupuestos anteriores. "Mentres que o plan do Goberno dá directamente os cartos aos Concellos, o da Deputación vulnera as competencias municipais adxudicando e acometendo traballos", dijo Iglesias.

Rueda causa baja como personal de la institución

El conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, causó baja el 1 de abril como trabajador de la Diputación. El PSOE preguntó qué funciones tenía, por qué se le había incluido en el personal de la institución y cuánto había costado al ente. Desde el PP aseguran que no percibió dinero y, pese a que Figueroa dijo que las razones eran "obvias", no las concretó. Apuntó que era "por prestigio profesional", lo que provocó la carcajada entre varios diputados. Finalmente, un portavoz de la institución matizó que el motivo de su alta fue el de que conservase la antigüedad funcionarial y la baja, su incorporación al Ejecutivo de la Xunta de Galicia.