A Limia: con pocas y caras semillas de patatas

Los agricultores limianos tienen dificultad para conseguir la variedad agria

Recolección de patatas en A Limia.   | // FDV

Recolección de patatas en A Limia. | // FDV / A.Ferradas

A.Ferradas

Sin semilla no hay siembra. Si la climatología adversa es un problema para la comarca de A Limia, a ésta se suma ahora la escasez de semillas para plantar, y “es un problema que no será solo de este año, se rompió la cadena de la patata de siembra y la situación es seria”, apunta Servando Álvarez, técnico del Inorde.

Explica que hay escasez de patatas de siembra y ello se debe a que en Europa hubo un verano atípicamente caluroso y mucha lluvia en septiembre y octubre, y ello provocó que 11.000 hectáreas de este tubérculo quedaron sin recoger. Una parte eran de consumo y otra de siembra, y al haber mucha calor aparecieron más pulgones y eso unido a la restricción de los productos fitosanitarios, ha causado que los agricultores productores de patata de siembra, ante la probabilidad de que esos pulgones trasmitieran enfermedades y no se pudieran pasar los controles sanitarios, al haber poca patata recogida, “la de siembra también la vendieron para consumo porque los precios eran más elevados”.

Ello conlleva a que llegara entre un 20 y 30% menos de estas semillas a España, y concretamente en Galicia, en A Limia, “somos los últimos en plantar”, y ahora “encontrar variedades como Agria es prácticamente imposible y la poca que hay triplica el precio de años anteriores”. Ya se está plantando en Salamanca, Burgos, y otras zonas del Estado, y en la comarca ourensana “hay cierta desesperación en el sector porque se acerca la época de siembra y no hay suficiente para cumplir los requerimientos”. En el caso de A Limia, donde el 70% de la que se siembra es de la variedad “agria”, conseguirla “es prácticamente imposible y la que hay triplica los precios”.

Plantar tarde

Pero otro problema es que las tierras están muy encharcadas y hay más previsiones de lluvia ahora para Semana Santa, y “será imposible plantar temprano”, entre mediados de abril a mediados de mayo, teniendo que retrasar a mediados de junio o más tarde, y a mayores si llueve mucho en otoño “probablemente no se podrá recolectar la patata”. Señala que aún es muy pronto para predecir pero “esa situación puede ocurrir, a día de hoy son más los riesgos de lo que puede acontecer, y el agricultor se ve desbordado porque además planta un 70% de patata Agria y es imposible de conseguir y muy cara”.