El campus colabora en un proyecto social que fomenta el empleo de personas con autismo

Cinco investigadoras de Ciencias imparten formación para poner en marcha un taller de elaboración de conservas de tomate

Las investigadoras participantes en el proyecto, durante el trabajo en el laboratorio.

Las investigadoras participantes en el proyecto, durante el trabajo en el laboratorio. / FdV

S.F.

Investigadoras de la Facultad de Ciencias del campus de Ourense están desarrollando con la Fundación Menela un proyecto destinado a fomentar la empleabilidad de los usuarios adultos de esta entidad, personas con trastorno del espectro autista (TEA). Concretamente, trabajan en la puesta en marcha de un taller de elaboración de conservas de tomate en el centro que esta fundación tiene en Castro Navás (Nigrán).

Las profesoras Inmaculada Franco, del área de Tecnología de los Alimentos, y Raquel Rial, del área de Nutrición y Bromatología, son las que coordinan la participación de la UVigo en esta iniciativa, y forman parte de un equipo que se completa con las también docentes del departamento de Química Analítica y Alimentaria Elena Falqué, María de la Concepción Pérez y Beatriz Cancho, y que se encargan de impartir la formación teórica y práctica necesaria para poner en marcha este taller.

Uno de los objetivos de la Fundación Menela es mejorar la empleabilidad de sus usuarios y, con ello, su integración en la sociedad. Así, a través del proyecto Menelab II, financiado en la convocatoria de Proyectos Sociales Galicia 2023 de la Fundación la Caixa, nace la idea de crear un taller de elaboración de conservas de tomate en las instalaciones de Castro Navás. La iniciativa da continuidad a otra anterior, Menelab I, centrada en el desarrollo de invernaderos y horticultura, también en ese centro.

De hecho, el tomate que utilizarán como materia prima en este nuevo proyecto, ya se cultiva en esta entidad de manera ecológica y en verano hay un excedente que podría destinarse a la elaboración de conservas que podrían ser consumidas por los propios usuarios de la fundación o comercializarse en el entorno como producto de proximidad.

Las investigadoras del campus detallan que para desarrollar este taller con las suficientes garantías sanitarias, era necesaria una formación previa en el campo de la elaboración de conservas, un conocimiento que ellas pueden impartir, ya que son profesoras del grado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos.

Concretamente, la formación va dirigida a un grupo de entre 5 y 7 usuarios de la Fundación Menela y la tres monitoras que trabajan en las instalaciones de Nigrán. En una primera fase, que se desarrolló en la Facultad de Ciencias, participaron las monitoras. “En estas sesiones, de carácter más teórico, les explicamos aspectos clave relacionados con la manipulación y conservación de alimentos, con los distintos métodos de procesado para la obtención de conservas y el análisis de riesgos y puntos de control críticos”, apuntan las investigadoras. Además, estas sesiones se aprovecharon para seleccionar y adaptar las recetas más idóneas para la elaboración de salsa de tomate y mermelada de tomate y diseñar el etiquetado del producto final en base a la normativa vigente.

La segunda parte de la formación se llevará a cabo en las instalaciones del centro en Castro Navás, de Nigrán. En este caso, las monitoras pondrán en práctica los conocimientos adquiridos en las sesiones teóricas y se impartirá formación práctica a los usuarios de la fundación, con la participación activa de las propias monitoras.

Las investigadoras subrayan que desde las primeras reuniones, el presidente y el gerente de la Fundación Menela, Cipriano Luís Jiménez y José Manuel Varela, respectivamente, “nos hicieron partícipes de las necesidades de los usuarios y cómo a través de la puesta en marcha de este talleres se podía contribuir a que estas personas con TEA se pudieran insertar en el mercado laboral, ayudando así a su desarrollo personal”.

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