De las rencillas tras el noviazgo de los hijos a un tiroteo que lleva a juicio a los padres de la chica por tres tentativas de homicidio

El varón está acusado de los disparos en una gasolinera de Vilamarín –con cuatro heridos– y su mujer, de ser cooperadora necesaria | La Fiscalía pide 33 y 22 años de cárcel

Despliegue de la Guardia Civil tras el tiroteo en la estación de servicio de Tamallancos, el 8 de marzo de 2022.

Despliegue de la Guardia Civil tras el tiroteo en la estación de servicio de Tamallancos, el 8 de marzo de 2022. / FDV

Javier Fraiz

Javier Fraiz

La estación de servicio de Tamallancos, un lugar muy transitado en el polígono empresarial de Vilamarín, a la altura del kilómetro 251 de la carretera nacional N-525, se convirtió el 8 de marzo de 2022 en el escenario de un tiroteo que dejó heridas a cuatro personas, tres de ellas más graves. El móvil de este ataque fueron las rencillas entre dos familias por la relación sentimental entre la hija de los presuntos autores y el hijo de los perjudicados. Uno de los heridos graves fue un cliente del establecimiento, totalmente ajeno al conflicto.

La causa se juzga entre el 11 y el 13 de marzo en la Audiencia Provincial de Ourense. La Fiscalía solicita 33 años de prisión para el varón encausado –el presunto autor de los disparos– y 22 años para su mujer, a la que atribuye un supuesto papel de cooperadora necesaria en tres de las lesiones. La acusación particular eleva sustancialmente la solicitud de la condena, al calificar los delitos como tentativas de asesinato.

Esta parte considera que el varón disparó “sin mediar palabra y de manera sorpresiva”. El próximo lunes, la Audiencia acoge una vista en la que las acusaciones pedirán la prórroga de la prisión provisional para el presunto autor material del tiroteo. La extensión de la medida cautelar debe realizarse antes de que se cumplan dos años desde que fue dictada (el 10 de marzo de 2022).

El suceso tuvo lugar el 8 de marzo de 2022.

El suceso tuvo lugar el 8 de marzo de 2022. / FDV

Las víctimas querían llevársela a Ferrol

La hija de los acusados, que aún no había alcanzado la mayoría de edad cuando ocurrieron estos hechos, mantenía una relación sentimental desde el año 2020 con un hijo de los perjudicados. A partir del mes de octubre de 2021 tuvieron lugar varios desencuentros entre los encausados y los padres del joven, motivados por ese noviazgo.

El día de los hechos, el 8 de marzo de 2022, los padres del joven así como él mismo se desplazaron a Ourense con intención de llevarse a la chica con ellos a Ferrol. Sobre las 16 horas, los encausados acudieron con su hija a la estación de servicio de Tamallancos. Hay grabaciones de las cámaras de seguridad que forman parte de la prueba documental del juicio.

Una escopeta semiautomática

Según indica la Fiscalía en su escrito de calificación, el presunto autor de los disparos llevaba una escopeta semiautomática, marca Benelli y modelo Centro, del calibre 12/70, un arma que tenía el número de identificación eliminado y para la que el encausado carecía de licencia así como de la guía para su pertenencia.

El ministerio público sostiene que la mujer encausada actuó de “común acuerdo” con su marido, con la presunta intención de ambos de “terminar con la vida” del joven y de su padre. Supuestamente, la acusada los atrajo hasta el lugar en el que se encontraban, en el recinto exterior de la estación de servicio, momento en el que su marido disparó presuntamente al joven en la pierna derecha.

La acusación particular sostiene que dirigió los disparos “hacia la parte central del cuerpo, para asegurarse de acabar con la vida”. Cuando la madre de la víctima gritó, el acusado también le disparó a ella en las extremidades inferiores.

Especialistas de la Policía Judicial de la Guardia Civil recogen evidencias tras el tiroteo. |   // FDV

Especialistas de la Policía Judicial de la Guardia Civil recogen evidencias tras el tiroteo. / FDV

El joven y su padre corrieron hacia el interior de la cafetería. Mientras el chico escapaba, el sospechoso del tiroteo le disparó presuntamente una vez más, alcanzándolo en la espalda y el brazo derecho. El acusado entró en el establecimiento y accionó el arma dos veces más.

Alcanzó al padre del joven, que resultó herido en el tórax, el brazo y la mano del lado izquierdo. Hubo una cuarta víctima, un hombre ajeno al problema entre ambas familias pero que se encontraba en el lugar y quedó herido en el tórax. Según se contó tras el suceso, este perjudicado se había levantado de una mesa en la que jugaba a las cartas, tras oír los disparos. Uno de ellos impactó contra él.

"Entró con una escopeta a tiro limpio"

Fernando Casanova

Las lesiones de las víctimas

El padre del chico sufrió una fractura del húmero izquierdo, heridas en un dedo y lesiones de entrada en el tórax –sin afectación al pulmón– y en el brazo izquierdos. Tardó en recuperarse de las lesiones 270 días. Pasó un mes en el hospital. Le han quedado múltiples cicatrices.

El joven estuvo seis días hospitalizado, tras sufrir heridas en la pierna derecha, la espalda y el brazo derecho, una fractura en el húmero, una fractura vertebral y una lesión del nervio en el codo derecho. Como a su padre, le han quedado numerosas cicatrices tras los hechos.

Su madre sufrió lesiones de bala en los miembros inferiores. Recibió analgésicos, antiinflamatorios y antibióticos, así como curas. Las heridas tardaron un mes en curar. También presenta cicatrices.

El cliente herido aún tiene un proyectil en el tórax

El otro perjudicado ajeno al conflicto familiar sufrió un traumatismo torácico, una fractura de una costilla, hemotórax moderado así como una contusión pulmonar. Pasó seis días en el hospital. Aún tiene un fragmento de proyectil en el tórax derecho, entre otras secuelas.

Además de los daños personales ocasionados con el tiroteo, los proyectiles alcanzaron a dos vehículos estacionados en el entorno de la gasolinera. Los desperfectos fueron tasados en 1.816,88 euros en un caso, y en 2.079,54 en el otro. También se registraron daños en la propia estación de servicio, aunque el representante legal no reclama.

La vaina de un proyectil, en la inspección ocular de la Guardia Civil.

La vaina de un proyectil, en la inspección ocular de la Guardia Civil. / FDV

Según la Fiscalía, los hechos constituyen tres delitos de homicidio en grado de tentativa, un delito de lesiones con instrumento peligroso y un delito de tenencia ilícita de armas. El presunto autor de todos es el hombre, que se enfrenta a 9 años por cada tentativa homicida, 4 por las lesiones y 2 por la tenencia ilícita. Un total de 33 años.

La Fiscalía atribuye a su esposa una cooperación necesaria en los intentos de homicidio del joven y del progenitor de la otra familia –se enfrenta a 18 años por ambos hechos–, así como de las lesiones de la otra madre (4 años más). En su caso, la petición de condena del ministerio público asciende a 22 años.

Además, la Fiscalía solicita medidas de alejamiento de los encausados con respecto a los tres miembros de la familia rival que resultaron víctimas del tiroteo, durante un tiempo superior entre 5 y 6 años –según el caso– a la duración de la pena de cárcel que se imponga.

Indemnizaciones

En concepto de responsabilidad civil, el ministerio público propone que los dos encausados indemnicen de forma conjunta y solidaria con unos 30.000 euros por las lesiones que sufrieron las cuatro víctimas de los disparos. Un importe al que habría que añadir las cantidades que se determinen en la fase de ejecución de sentencia por las secuelas sufridas, así como el dinero de los daños ocasionados a los dos coches citados.

La acusación particular reclama el pago de una indemnización de más de 100.000 euros para el padre, de más de 65.000 para el hijo y de más de 25.000 euros para la madre.

Además de las cuatro víctimas y de la hija de los encausados, la Fiscalía propone el interrogatorio como testigos en el juicio de otras ocho personas, así como de cuatro guardias civiles. Hay varios agentes del instituto armado entre los peritos convocados a la vista, además de los médicos forenses del Imelga.

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