San Pedro de Cudeiro, sorpresa de arte y fe

La consagración del altar mayor y de los dos colaterales de la iglesia de Cudeiro se realizó el 30 de agosto de 1587

Iglesia de San Pedro
 de Cudeiro.   | // FDV

Iglesia de San Pedro de Cudeiro. | // FDV / Miguel Ángel González

Miguel Ángel González

Cudeiro es una de esas poblaciones de la periferia de Ourense que recostada en una ladera es privilegiado espacio para contemplar la ribera del Miño y la capital que se ha ido haciendo grande, hasta casi tocar los espacios rurales de esta parroquia, que tiene por patrono a San Pedro pero a quien realmente tiene afectos devotos es a la Virgen de las Candelas y a San Blas, que celebrados en los fríos y en las nieblas del invierno fueron sin embargo cita festiva para llegarse hasta el cálido espacio del afecto generoso de gentes buenas y acogedoras.

Qué hermosos son, como un poema de palabras vivas, los nombres de la toponimia que uno puede andar y recorrer y habitando en la fonética de los mismos acercarse al misterio silente que los bautizó: As Barxas, Barxelas, Cartelos, A Costa, Costoira, Cudeiro, Eiroás, A Granxa, Outeiro, A Rega, Soutelo, Souto de Rei, Val do Regueiro, Val dos Gozos, A Viñoá, O Viso.

Capilla de San Marcos

Cuenta con una iglesia románica sin especiales grandezas, pero armoniosa y cuidada con mimo por Don Emilio Fernández, su generoso párroco y sus animosos feligreses que se convocan con gozo para adornar el templo y el atrio por Navidad, para subir en romería a la capilla de San Marcos, recuperada el año 2000, o para hacer un mayo que siempre sorprende como el mejor de los que concursan en Ourense o una alfombra floral para el Corpus.

Iglesia que, aunque muy transformada es de nave única y aún conserva, de época románica, los muros de la misma, sus canecillos, además de algunos del ábside y el remate con un Agnus Dei. Cuenta también, en el interior, con su arco triunfal original, sostenido por unos notables capiteles, y con cuatro ménsulas-capitel en el ábside que debieron sustentar una bóveda de crucería. La fachada fue rehecha en estilo neogótico en 1929 tras la ruina de la misma y parte de las paredes laterales el 27 de octubre de 1924.En la plaza que es casi atrio, un crucero de piedra con Santiago en la columna del año 1996.

El lujo de Cudeiro es su retablo mayor de estilo manierista, documentado hacia 1606 y en el que trabajó Cornelio Guillermo, un escultor venido del Norte de Europa que conocía los secretos del arte clásico y en el retablo de Cudeiro lo demostró con acierto y Alonso Martínez. Las pinturas sobre tabla, por la documentación hay que asignar a Juan González Mugueimes, vecino de Allariz y nos regalan una lección plástica de catecismo: en la predela los evangelistas para que recordemos que la palabra e Dios es el fundamento de nuestro vivir cristiano y que escucharla es encender una luz en nuestra vida. Luego la Anunciación para hacer presente a María que con su “Hágase en mi según tu palabra” es lección de generosa disponibilidad. Y más arriba un poco la historia de cada uno de nosotros representada en Pedro: la negación de Jesús y su martirio, es decir la cobardía y el acierto de reconocer las. Y coronando todo Cristo en la Cruz que nos redime y el Padre Eterno que todo lo gobierna como un venerable paterfamilias. La talla barroca de San Pedro se adquirió recientemente en el comercio de arte para sustituir dando armonía al conjunto, una de arte industrial que se reserva para las procesiones. La policromía del retablo repito se documenta como obra del pintor de Allariz Juan González de Mugueimes en 1623 que culminó lo que la muerte impidió al pintor Agustín Rodríguez Salazar.

San Blas

No faltan otros santos, que en el retablo han ido cambiando, pero que en definitiva nos recuerdan a los amigos que nos ayudan con su ejemplo y su intercesión a ser mejores. Entre ellos el más querido el San Blas del siglo XVI, en talla de alto valor. Y la talla barroca de la Virgen de las Candelas, como una moza feliz de su maternidad y de la luz que por ella regala. Pero casi todos los de la Iglesia tienen mirada devota cuando el calendario marca su fiesta y el bueno de Don Emilio los destaca, y ahora los reparte a los feligreses en imágenes oportuna de wasap.

En los retablos laterales, de un barroco feliz y entrañable, la traza se hace fiesta de columnas, estípites, angelotes y relieves que cuentan con ingenuidad la Huida a Egipto y las excelencias del Rosario. Retablos restaurados con acierto siendo un feliz ejemplo de lo que se puede hacer por el patrimonio cuando hay interés. Tras uno de ellos aparecieron pinturas murales ya muy perdidas. La última actuación ha sido la mejora del suelo de la glesia.

No quiero olvidarme del poema de ingenua belleza que es el relieve de la Sagrada Familia del siglo XVIII y de que existe una cruz de plata obra del platero Antonio Jacinto Santos en el año 1734. Parroquia de pazos y heráldica, camino de Santiago que se promociona.

Y para terminar una nota inédita de interés: “Consagración del altar mayor y de los dos colaterales de esta iglesia de San Pedro de Cudeiro en 30 de agosto de 1587 al folio 19 del libro viejo de visitas de esta parroquia que acaba en el año de 1672 se halla que don Juan de Sanclemente Obispo de Orense y electo arzobispo de Santiago consagró en esta iglesia el altar mayor y los dos colaterales inmediatos al coro y puso en cada una altar del ilustre sobre dichos reliquias de los tres santos mártires Fausto, Januario y Marcial que padecieron martirio en la ciudad de Córdoba y además de estas en el altar mayor reliquia de San Martín Obispo, en el del lado del Evangelio de San Lorenzo mártir y en el de la epístola de los santos mártires San Cosme y San Damián y concedió 40 días de indulgencia a todos los que visitasen dichos altares en el día de los santos mártires San Celis y Adauto por ser en el día de dicha consagración dijo misa en aqueste día su señoría Ilustrísima en el altar mayor siendo abad don Alonso de Sequera le ha autorizado de Alonso de Nogueira escribano vecino de esta feligresía” En el año de 1769 se reedificaron los colaterales y se deshicieron los altares para ponerlos a otra cara y quedaron las piedras que antes tenían sobre que se decía la misa en el mismo estado pero las reliquias no parecieron (AHDOURENSE 30-5-36).

(*) Archivero diocesano

Suscríbete para seguir leyendo