“Llegamos a los pueblos con el ruido de las chocas y la música y los mayores se ponen contentos”

Los cabreiros, la figura del Entroido de Muíños recuperada en 2015, lleva la ilusión a varias aldeas del concello: “Los vecinos ofrecen licor, bica, chorizos...”

Los cabreiros de Muíños recorrieron las aldeas este sábado.

Los cabreiros de Muíños recorrieron las aldeas este sábado. / F. C.

Javier Fraiz

Javier Fraiz

“Llegamos a los pueblos con el ruido de las chocas y con la música de gaita, bombo y pandereta; los vecinos nos esperan y nos ofrecen licor café, bica, cervezas, chorizos...” La comitiva de los cabreiros, la figura típica del Entroido de Muíños, una tradición con raíces en el pasado que fue recuperada en el año 2015, recorrió este sábado por la tarde varias aldeas de este concello del sur de la provincia de Ourense, de poco más de 1.400 habitantes, donde la media de edad supera los 60 años.

Con salida desde la localidad de Mugueimes, una veintena de cabreiros llevó la alegría del Entroido a Abelleira, Barrio de Barxés, Farnadeiros, Vilar de Cas, Santuario de Couso, Maus de Salas, Guntumil, Pazó y Muíños.

Varias generaciones se implican en el municipio para mantener viva esta tradición, a pesar de las dificultades que representan en el rural la despoblación y el envejecimiento. Pero el sentimiento de pertenencia y el empuje de los vecinos marcan la diferencia. “Somos personas de todas las edades, mayores y también muchos niños. Hay algunos que tenían cuatro o cinco cuando empezamos y ahora ya tienen trece años”, cuenta Sonia Domínguez, que es concejala de Muíños.

Distintas generaciones, mayores y pequeños, mantienen esta tradición en Muíños.

Distintas generaciones, mayores y pequeños, mantienen esta tradición en Muíños. / F. C.

A partir de la memoria del Entroido local, en el que antaño los vecinos se disfrazaban con lo que encontraban en casa, se fue recuperando la vestimenta. El traje actual parte de un diseño de América Soto. En los talleres, los vecinos comparten el tiempo y una meta: elaborar la capa exterior de esta figura típica, porque el espíritu, que es lo esencial, va por dentro.

Los vecinos agasajan a los cabreiros con comida y bebida para reponer fuerzas.

Los vecinos agasajan a los cabreiros con comida y bebida para reponer fuerzas. / F. C.

“Llegamos y las personas mayores, que a lo mejor ya no pueden salir del pueblo, se ponen todos contentos. Los cabreiros amenizan la jornada, llevan la alegría y la ilusión a los vecinos”, resume Sonia Domínguez. Esa es la fuerza inigualable del Entroido rural de Ourense.