MIRA OURENSE

El turismo “underground” de un manantial a la intemperie

Una Chavasqueira más enxebre que nunca. Era el Ourense de 2000, cuando la zona de A Chavasqueira estaba “a monte”. En la fotografía se ve como era ir a las termas hace 22 años, antes de que el regidor popular, Manuel Cabezas, realizara una transformación termal que mejoró el atractivo de la ciudad, pero que es un perjuicio cada vez que se inundan con las lluvias.

Una Chavasqueira más enxebre que nunca. Era el Ourense de 2000, cuando la zona de A Chavasqueira estaba “a monte”. En la fotografía se ve como era ir a las termas hace 22 años, antes de que el regidor popular, Manuel Cabezas, realizara una transformación termal que mejoró el atractivo de la ciudad, pero que es un perjuicio cada vez que se inundan con las lluvias.

En el río Miño discurre paralelamente al agua fría un caudal de agua termal que hace que Ourense sume un atractivo único, que está actualmente infravalorado. Antes no había infraestructura de pozas, ni paseo, ni vigilancia, ni reglas de baño, ni ordenación del territorio. Todo era natural. A Chavasqueira era un reclamo para ourensanos y turistas que aparcaban sus coches en pleno césped, donde ahora está el letrero de las recomendaciones de baño y de uso. No era el bum del turismo termal de ocio y salud, sino que muchos de los que iban era para que las aguas termales curaran heridas o incluso enfermedades. Tras su transformación, son un reclamo capital para la economía ourensana, pero su ejecución deja mucho que desear. Dos de cuatro estaciones están inservibles.