Recoger primero para sembrar después

Un joven catalán realizó una experiencia inmersiva en una explotación ganadera de Viana do Bolo gracias a una beca del Ministerio de Agricultura

María Páez y Albert Vall pudieron intercambiar experiencias y conocimientos esta semana.   | // FDV

María Páez y Albert Vall pudieron intercambiar experiencias y conocimientos esta semana. | // FDV / Edith Filgueira

Edith Filgueira

Albert Vall tiene 29 años y trabaja, desde hace cuatro, en una explotación agrícola de cereal, que dirigen sus padres, en Cataluña. Hace un tiempo se enteró –por un amigo que fue a una estancia similar en Euskadi– de que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ofrecía la posibilidad a jóvenes agricultores de realizar experiencias inmersivas en modelos de negocio diferentes al suyo –y emplazados en otras comunidades autónomas–. No dudo en apuntarse.

“Te subvencionan todo lo que tiene que ver con los viajes y las dietas y puedes escoger entre varias lugares distintos de España”, cuenta este catalán que reúne los requisitos para ser beneficiario del programa porque se encuentra en sus cinco primeros años como profesional del sector.

Durante toda esta semana recibió formación en la explotación de ganadería extensiva que María Páez dirige en Viana do Bolo. Ella fue una de las primeras de Galicia en incorporar a sus vacas un moderno sistema de seguimiento GPS que se ubica en los collares de las mismas. De ese modo no tiene que estar continuamente pendiente de todos los animales y puede controlarlos desde el móvil.

Este sistema –llamado Gelob– no solo le permite saber dónde se encuentran sus reses –e ir moviéndolas hacia donde le interesa que pasten–, sino también realizar un seguimiento de cómo está de cuidado el campo. Se trata de un modelo impulsado por la matriz estatal de Unións Agrarias para la ganadería extensiva. 

Todo esto es algo que Albert pudo conocer de primera mano al estar tutelado por María e integrarse en su negocio familiar –pues su madre ya tenía vacas en las mismas hectáreas de tierra–. “Mi amigo tenía razón. Merece mucho la pena atreverse a hacer estos viajes porque me ha permitido descubrir el modelo extensivo, pero también el intensivo, con todas las diferencias de gestión de recursos y residuos que ello supone, así como las cuestiones de sanidad y bienestar animal. He podido observar en primera persona un modelo que podría adaptar a mi zona”, pone en valor el joven procedente de Lleida.

También asistió, entre otras actividades formativas a lo largo de la semana, a una reunión con integrantes del sindicato Unións Agrarias en el que le explicaron cómo funcionan los programas informáticos, plataformas online colaborativas o la gestión de las cartillas del ganado en Galicia.

El joven aprendió cómo funciona el sistema de GPS.   | // FDV

El joven aprendió cómo funciona el sistema de GPS. | // FDV / Edith Filgueira

Conocer las razas autóctonas y la castaña con IGP

Otra de las visitas de Albert fue al centro de recursos zoogenéticos de Galicia –ubicado en el municipio de Coles– que es el responsable de la elaboración y desarrollo de programas de conservación y fomento de todas las razas autóctonas en peligro de extinción.

En esta misma línea, el Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Castaña de Galicia le permitió conocer cuáles son las condiciones a cumplir para obtener el permiso de apertura de una explotación de este tipo de fruto.

“Me voy con un montón de ideas que puedo aplicar allí”

El Programa CULTIVA –Programa de Estancias Formativas de Jóvenes Agricultores en Explotaciones Modelo– es una iniciativa desarrollada y financiada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), en colaboración con entidades representativas de los sectores agrícola y ganadero de España, así como con explotaciones agrarias modelo vinculadas a las mismas, que pretende facilitar el acceso a la formación y el conocimiento práctico de la juventud agraria nacional. La Subdelegación del Gobierno es la encargada de hacer el seguimiento de dichas estancias.

“Al final mereció la pena organizarme con mis padres para realizar el grueso del trabajo antes de venir para, cuando estuvieran un poco más liberados, viajar. Me voy con un montón de ideas que puedo aplicar allí”, finalizaba ayer, recogiendo conocimientos (paradojas de la vida) antes de sembrar.

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