La provincia suma 11 incendios en viviendas en lo que va de año: “Nos quedamos sin nada”

El último tuvo lugar en Barbadás, donde una familia lo perdió todo / Los bomberos alertan de un “fuerte componente social” entre las causas de los fuegos que están suponiendo más salidas de lo habitual para ellos

Parte del tejado se desplomó al empezar a arder.  // IÑAKI OSORIO

Parte del tejado se desplomó al empezar a arder. // IÑAKI OSORIO / Edith Filgueira

Edith Filgueira

El incendio registrado el miércoles a las 22.15 horas en una vivienda del concello de Barbadás tuvo como posible origen un cortocircuito de la red eléctrica, según apuntan las primeras investigaciones. La familia que moraba allí lo perdió casi todo entre las llamas.

“Todo pasó en un intervalo de tiempo muy corto. Mi marido fue a recogerme al trabajo y se quedó en casa mi hija que estaba secándose el pelo. Pero de repente se fue la luz y empezó a notar unos estallidos muy fuertes en el tejado mientras se expandía el olor a quemado”, relataba Eugenia García, con la voz entrecortada, pocas horas después de lo sucedido.

Fue precisamente su hija, de 18 años, la que los avisó a ellos y a los servicios de emergencias en cuanto consiguió salir de la casa, salvando a la gata. “Cuando llegamos nosotros entramos para intentar sacar al perro, que estaba en el comedor, y las pocas cosas que pudimos, pero el tejado se desplomó casi por completo”, recuerda sobre lo acaecido.

Con este, la provincia de Ourense suma ya 11 incendios en viviendas desde que comenzó el año. Y aunque en los últimos no hubo que lamentar fallecimientos, los dos primeros –en el barrio de Covadonga y en O Barco de Valdeorras– sí se saldaron con tres víctimas mortales.

La vivienda unifamiliar quedó completamente inhabitable tras el fuego, que comenzó en torno a las 22.15 horas.   | // IÑAKI OSORIO

La vivienda unifamiliar quedó completamente inhabitable tras el fuego, que comenzó en torno a las 22.15 horas. | // IÑAKI OSORIO / Edith Filgueira

Peligros a evitar

En diciembre de 2022 el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico publicaba los indicadores de la pobreza energética referentes al año anterior. Los datos reflejaban que el 14% de la población española –o lo que es lo mismo: 6,8 millones de personas– no son capaces de mantener una temperatura adecuada en su vivienda durante el periodo invernal. Estas cifras podrían ser mayores en el siguiente informe, tras la subida de los carburantes y la electricidad.

Nicanor Muñoz, sargento de los bomberos de Ourense, señala que está habiendo más incendios en domicilios de lo habitual, que eran los conatos en cocinas que se sofocaban con facilidad y quedaban solo en un susto. “El grueso parece que se traslada a zonas de estar y dormitorios de viviendas. Nos da la sensación de que está relacionado con aquellos sectores de población, más desfavorecidos económicamente, que calienta solo las dependencias en las que va a permanecer, en lugar de todos los espacios de la casa, para ahorrar dinero”, indica el profesional.

También existe una diferencia importante en las instalaciones según sean antiguas o más recientes. En las primeras es fácil que fallen los protectores –por eso es de vital importancia revisarlas adecuada y periódicamente– mientras que las segundas suelen ser más seguras y sensibles al calor, por lo que saltan antes.

“El problema tiene un fuerte componente social porque se trata de viviendas y sistemas de calefactar menos seguros, a lo que se suma intentar gastar menos en la factura de la luz”

“Aunque también hubo casos en los que se produjeron incendios en domicilios con una buena instalación. Los equipos de calefactar que compre la gente deben estar aprobados por la Unión Europea y cumplir unos estándares mínimos para que resulten más seguros y no sobrecarguen la red eléctrica”, incide el bombero –con amplia experiencia– como recomendación a la hora de escoger radiadores o estufas. Los más baratos, hechos en China, suelen dañar más las instalaciones y cortocircuitar, provocando incendios.

Otro error muy común es dejar las mantas eléctricas enchufadas toda la noche cuando solo deberían emplearse momentáneamente para calentar la cama. “La gente a veces duerme con ellas encendidas por no poder gastar dinero en calentar toda la casa”, sostiene sobre una práctica tan habitual como peligrosa. No poner ropa a secar muy cerca de aparatos que desprendan calor, ventilar bien las dependencias en caso de las estufas de gas para que no desciendan los niveles de oxígeno más de lo aconsejable y no dejar nada enchufado de noche o si se está fuera de casa son otros de los consejos.

“El problema tiene un fuerte componente social porque se trata de viviendas y sistemas de calefactar menos seguros, a lo que se suma intentar gastar menos en la factura de la luz”, lamenta Muñoz.

Tres fallecidos por fuegos en sus domicilios en lo que va de 2023

Con el de ayer son 11, al menos, los fuegos con graves daños en viviendas que se produjeron en la provincia de Ourense en lo que va de año. Si se atiende a los últimos cuatro meses, la cifra asciende hasta los cinco muertos –tres en 2023, uno en diciembre y otro en noviembre de 2022–.

La semana pasada, con menos de veinticuatro horas de diferencia, se registraron dos episodios en pisos situados en el centro urbano de la capital. No dejaron víctimas mortales, pero sí resultaron heridas cuatro personas por inhalación de monóxido de carbono.

Esta misma semana se produjeron otros dos, ambos por cortocircuitos en la red eléctrica, en Cotoriño y Barbadás. A lo que hay que sumar un conato de incendio –rápidamente sofocado– por un colchón que empezó a arder en una vivienda ubicada en la avenida de Zamora –también en la capital–.

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