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Profesionales que conviven con la muerte

Dieciocho funcionarios se encargan del mantenimiento y de los enterramientos en los tres cementerios de la ciudad de Ourense: “Es un servicio a la comunidad, ayudas a la gente en su peor día”

Un grupo de trabajadores del servicio de cementerios de Ourense, en el de San Francisco. FERNANDO CASANOVA

“Lo más duro y difícil del trabajo es convivir todos los días con la muerte. Una jornada es una madre, otra una persona que tuvo una enfermedad de larga duración, otra un familiar o un niño. Todo suma, hay casos y casos. Pero tienes que trabajar y dar siempre el do de pecho”.

Gerardo Costas, de 39 años, lleva los últimos tres y medio en el servicio de cementerios de Ourense. El viernes a primera hora la lluvia barría el cementerio de San Francisco, un bien de interés cultural entre cuyos muros reposan miles de ourensanos, incluidas figuras insignes de la historia de la ciudad, como Blanco Amor, José Ángel Valente –quien impulsó el reconocimiento como BIC del camposanto–, López Cuevillas, Otero Pedrayo o Vázquez-Gulías.

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Los cementerios más espectaculares del mundo Shutterstock

Varios operarios se encargan de los preparativos en una sepultura para una inhumación. Al introducirse en las tumbas, los trabajadores utilizan un EPI como medida de protección, y la imagen recuerda un poco a la de los sanitarios atendiendo a los pacientes con COVID en la pandemia.

Hay dieciocho funcionarios que se encargan del mantenimiento y de las exhumaciones y enterramientos en los tres camposantos de la ciudad: San Francisco, Santa Mariña y las Caldas. “Este es un servicio para la comunidad, ayudas a la gente cuando está en su peor día, haciéndolo con el mayor respeto y cariño posibles”, subraya Gerardo.

La vocación es un requisito fundamental. “Tienes que saber en qué situación estás: aquí vienen personas afectadas por la pérdida de un ser querido, y con tu trabajo puedes ayudar a que todo salga bien. La gente nos valora”.

Una tumba en el cementerio de San Francisco. FERNANDO CASANOVA

Todos los Santos y Fieles Difuntos atraen a un gran número de personas a los cementerios. Son visitas para llevar flores, para mantener un encuentro más presencial con los que se han ido. Este fin de semana previo al festivo, los cementerios municipales permanecen abiertos en horario ininterrumpido, de 9 a 18.30 horas.

Para facilitar los desplazamientos, la empresa concesionaria del transporte urbano ha establecido para el domingo, lunes y el martes 1 de noviembre servicios especiales de refuerzo: dos autobuses, uno con salida desde la antigua estación de O Pino y otro desde O Vinteún hasta el cementerio de Santa Mariña, con parada en el de San Francisco.

La entrada al cementerio de San Francisco. FERNANDO CASANOVA

"Me gustaría que se desterrase la denominación de enterradores; son funcionarios de cementerios que realizan distintas labores"

“Los dieciocho efectivos disponibles en el servicio son un número que ha ido a menos, por las jubilaciones y las vacantes sin cubrir. Antes había una dotación para cada cementerio y ahora todos tienen que andar en los tres. Lo ideal sería disponer de al menos seis efectivos más”, señala Alberto Pereira, el encargado del servicio de cementerios, que reivindica la labor de estos profesionales.

“Me gustaría que se desterrase la denominación de enterradores; son funcionarios de cementerios que realizan distintas labores: se encargan de la limpieza y del mantenimiento de las instalaciones, de la jardinería y de resolver las deficiencias que puedan surgir, como el arrastre de tierra en los caminos cuando llueve mucho, además de ocuparse de los servicios propios de un cementerio, como son las inhumaciones, las exhumaciones o las incineraciones. No cabe duda de que hay circunstancias de su trabajo que no son agradables, pero son muy conscientes de su realidad, conviven con ella de manera natural y creo que no tienen el reconocimiento que entiendo que se les debería otorgar. Es un trabajo que no está lo suficientemente valorado”, expone el jefe.

Uno de los caminos de acceso a la zona de enterramiento en San Francisco. FERNANDO CASANOVA

Hay refuerzo previsto para este fin de semana y el festivo a cargo del turno al que le tocaría descanso esta semana, pero en estos días con mayor afluencia a los camposantos, la colaboración de Protección Civil y Policía Local es clave.

“Si las circunstancias climatológicas son más favorables lo normal es que el sábado, el domingo y el propio día 1 sean los días de más influencia. La gente espacia un poco más las visitas cuando hay un domingo justo antes del festivo. Cuando llueve, las familias acuden también aunque quizá estén menos tiempo”, indica Alberto Pereira.

El vínculo entre los vivos y los muertos, tan sólido y respetado en Galicia, mantiene su arraigo.

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