Frente a los casi 36.000 ourensanos que tienen entre 0 y 17 años, y personifican por lo tanto el presente y el futuro de la provincia, hay cerca de 97.000 residentes –más del doble– que tienen 65 o más años. El proceso de envejecimiento tiende a más en Ourense, cuya media de edad es actualmente la más elevada de España junto a la de Zamora, superior a los 51 años.

Esta característica hace que las medidas de apoyo a personas con discapacidad, así como los internamientos involuntarios en residencias, aumenten cada año. "Es una tendencia que va a más, porque la longevidad de la población también es cada vez mayor”, resume el forense Julio Jiménez, el responsable en la provincia del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga).

En 2021, el último año del que hay estadísticas, los forenses realizaron 644 evaluaciones relacionadas con la adopción de medidas de apoyo a la discapacidad, lo que supone un incremento de un 28% con respecto a las 503 de 2020. En el conjunto de Galicia, 3.572 el año pasado.

También aumentaron los internamientos no voluntarios en residencias, con un total de 694 casos –un 9,9% más que los 631 de 2020– sobre 2.609 decisiones adoptadas en el conjunto de la comunidad. El porcentaje ourensano alcanza el 26%, superior al peso poblacional de la provincia en Galicia, puesto que tiene una media de edad superior y cuenta además con el mayor número de plazas para mayores.

El reciente cambio de normativa ahonda en la meta de reforzar la autonomía y la independencia de las personas, el objetivo, enfocando el sentido de la intervención más en indicar las ayudas necesarias que en subrayar las limitaciones. La entrada en vigor de la nueva ley obliga a los forenses a revisar las actuaciones anteriores para verificar que se adaptan.