Luz Casal (Boimorto, A Coruña, 1958), la musa del rock y el pop desde los años 80 a nuestros días, multipremiada internacionalmente y cuyos temas han sido la banda sonora vital de varias generaciones, brilló ayer de nuevo, esta vez a través de la palabra, en el acto de entrega de 38º Premio Celanova Casa dos Poetas, que recibió de manos de la Fundación Curros Enríquez por su larga trayectoria musical “y su intensa labor por la cultura gallega en todas sus facetas”, indicó el patronato.
La artista fue presentada por el escritor y periodista ourensano Jaime Noguerol, compositor de algunas de las canciones de Luz Casal, que la definió, parafraseando una pintada del Madrid de los 80, como “Luz, una criatura milagrosa”. La cantante, tras agradecer su premio y elogiar la belleza y armonía de la villa de San Rosendo, en cuyo magnífico monasterio se celebró el acto literario, bromeó al destacar que “nunca había visto una carnicería con una fachada tan especial”, en relación a la belleza del edificio de abastos de la villa.
En tierra de poetas y dada la calidad de un premio anual en el que se honra a Curros Enríquez, la homenajeada definió la poesía como “compañía, guía y luz que alumbra nuestras vidas”.
Recurrió a tres poetas gallegas para hacer una breve semblanza de sí misma, una de ellas Olga Novo, a la que tomó el verso que dice que el devenir del tiempo no ha impedido, “que yo siga siendo una niña alucinada, que se reconoce ademas fundida en una mujer de aldea” y se definió también en versos de las autoras gallegas Yolanda Castaño y Luisa Castro.
Luz Casal miró a sus raíces, a través de los versos de Rosalía, que pese a no ser ilustrada, dijo, recitaba su madre como “Adiós ríos adiós fontes”, dijo, como una forma de exorcizar la morriña de una familia gallega que se había tenido que trasladar a Asturias.
Artista galardonada con premios como el Goya a la mejor canción –que recibió en 2002 por el tema que compuso junto a Pablo Guerrero para la película El bosque animado–, adorada y reconocida en Francia, poseedora de un Grammy y de otras altas distinciones, el patronato que le otorga el premio Casa dos Poetas tuvo en cuenta también su faceta solidaria, con festivales como el Festival de la Luz en Boimorto, cuyos ingresos van para fines solidarios.
En esta línea, la artista aprovechó en la tierra de Curros para recuperar su mensaje y seguir luchando “por los derechos de los individuos a la libertad moral y religiosa” para recordar “que la intolerancia solo trae sufrimiento y posición de poder que da el conocimiento, el dinero o el éxito deben de ser compartidos”.
Remató diciendo que “vivimos en otra época, ha pasado un siglo y medio desde el poeta, pero hay mucho que hacer, los valores de la poesía de Curros Enríquez siguen vivos.
El acto literario estuvo amenizado por la Banda de Gaitas de Celanova y el grupo Deja Blues, entre otros y con la presencia del presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, el alcalde de Celanova y presidente de la Fundación, Antonio Puga; representantes de la UVigo, como la vicerrectora Susana Reboreda, diputados como Ana Belén Vázquez o Pablo Pérez y representantes del mundo de la cultura en general.
El ourensano Jaime Noguerol, alma y memoria de la “movida” y que vivió en primera persona la llegada y despegue de su desde entonces amiga Luz Casal, “se chivó” de que entre el público de Celanova estaba ayer Paco Pérez Bryan, director del mítico programa de radio “El búho” , a donde un día de aquellos años 80, estando Noguerol en el estudio, entró “una joven luminosa, sonriente, con unos ojos que traspasaban la pared y nos dejó pasmaos”. Pero sobre todo, “traspasó a Paco”, señaló, “que no entrevistó ese día a nadie más “ bromeó en relación al que es desde entonces pareja de Luz Casal.
Aquel día, la entonces anónima Luz entró al estudio con su disco El ascensor, en poco tiempo estaba de gira con “el rock de una noche de verano” acompañando a Miguel Ríos y en un salto simultáneo con su personal voz del pop al rock, es ya la musa y en algunos casos autora e intérprete de temas icónicos. Desde el “Ya no aguanto más” , “No me importa nada”, “Loca” , “Piensa en mi”, “Un año de amor” , “Entre mis recuerdos” y decenas de títulos de esa banda sonora personal y colectiva.
