“Se establece el objetivo de reducir la superficie quemada total con respecto de la media de los últimos diez años, 16.187,28 hectáreas. El cumplimiento del objetivo sería óptimo si se redujera dicha superficie por debajo de la media de los últimos diez años, eliminando el valor más alto y el valor más bajo de la serie, 12.223,29 hectáreas”.
Esta meta planteada por la Xunta, entre otras, en el plan de prevención y defensa contra los incendios forestales de Galicia (Pladiga), se ha encontrado con la cruda realidad de una ola de incendios histórica, en la que el fuego de Valdeorras y el de O Courel se han convertido en los frentes que más superficie han calcinado en la comunidad desde que hay registros, además de arrasar varias decenas de viviendas y otras edificaciones.
La superficie calcinada solo en la provincia de Ourense en los incendios principales desde que la crisis del fuego comenzó el jueves pasado –empeoró la situación el domingo, por el viento– supera ampliamente el objetivo que se había marcado la Xunta como balance satisfactorio del año.
El incendio de mayores dimensiones desde que hay registros en Galicia ha calcinado al menos 10.500 hectáreas en Valdeorras. Comenzó el jueves durante una tormenta en la parroquia de Riodolas, en el municipio de Carballeda de Valdeorras.
El domingo y el lunes, una reactivación a causa del viento impulsó un peligroso frente que arrasó viviendas en O Barco y Rubiá, saltó el río Sil, puso en peligro más aldeas, obligó a numerosos desalojos de vecinos y se adentró en la provincia de León.
Las llamas han afectado al Parque Natural da Serra da Enciña da Lastra. Este devastador incendio sigue muy activo. Son ya 7 días de emergencia.
"La colaboración de los vecinos es increíble"
Este jueves por la tarde preocupaba la proximidad de la llamas a la localidad de Quereño, en Rubiá. “Está más o menos controlado, tras amenazar bastante el entorno del pueblo. La colaboración de los vecinos es increíble”, destaca el alcalde, Elías Rodríguez.
La fuerza del viento, que volvió ayer, complica la extinción. “Es imposible acercarse, el aire quema. La gente que trabaja en esto... No hay palabras para definir su labor”, alaba el regidor de Rubiá.
Fuera de control continúa el que ha calcinado ya 5.500 hectáreas en el Macizo Central, ocasionando un daño grave en el Parque Natural del Invernadeiro. La causa también fue un rayo.
Comenzó el pasado viernes en Pradoalbar, en Vilariño de Conso. La orografía de montaña y la dificultad del acceso por tierra complican los trabajos de extinción.
El 61% del daño, en la provincia
En esta semana brutal de incendios, el concello ‘arraiano’ de Oímbra ha registrado tres de importancia, todos procedentes de Portugal: se han quemado 2.100 hectáreas en la zona de Rabal, 600 en Videferre y 400 en San Cibrao. Todos los focos están ya estabilizados.
Los destrozos causados por el fuego en los últimos días en Ourense, en estos incendios importantes, suman más de 19.100 hectáreas. En toda Galicia el daño supera las 31.000. El 61% del daño, en la provincia.
La desgracia del Invernadeiro: el daño en la zona asciende a 5.500
El fuego que arrasa el oriente, el Macizo Central y el sur de Ourense está causando un grave daño ambiental en el Parque Natural del Invernadeiro.
Este recurso paisajístico y ecológico, en el que crecen especies vegetales como el brezo, los acebos y los robles, y donde campan ciervos, cabras montesas, corzos, lobos y águilas reales, se ha visto seriamente afectado por el megaincendio iniciado el viernes pasado por un rayo en Pradoalbar, en Vilariño de Conso.
La superficie calcinada subió este jueves a mediodía a 5.200 hectáreas, 1.000 más que a primera hora. El frente está descontrolado. A primera hora de este viernes la cifra se situaba en 5.500.
Ayer, los bomberos forestales de la BRIF de Laza mostraban la cantidad de humo con el que deben lidiar en el operativo. La Xunta no concreta cuánta superficie del parque está afectada. O Invernadeiro, parque natural desde 1997, tiene 5.722 hectáreas. Está sin habitar.