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Una aldea con solo dos horas de agua al día en plena ola de calor

La sequía obliga a limitar el suministro a la franja de 12 a 14 horas en San Mamede, Porqueira. Pozos y agua embotellada, las alternativas

Una vecina recoge cubos de agua en la franja limitada de suministro. BRAIS LORENZO

En el pueblo de San Mamede, en el municipio de Porqueira, el agua escasea en plenas jornadas de calor sofocante. La Alcaldía publicó hace dos meses bandos en los que solicitaba un uso responsable, pero el llenado de piscinas y una mayor demanda por la gente llegada de vacaciones ha obligado a limitar el suministro a dos horas: de 12 a 14.

Con media Galicia en alerta por la ola de calor debido a las altas temperaturas tanto en las máximas como en las mínimas, en San Mamede los vecinos solo disponen de esas dos horas de servicio al día para poder realizar con normalidad lo básico, como cocinar o ducharse.

“La situación es cruda, y si no llueve...”

El problema de la sequía, con la consecuente falta de agua de los manantiales, está ocasionando problemas en el abastecimiento, hasta el punto de que algunos residentes en Porqueira ya se están empezando a organizar para “compartir” tan preciado bien fundamental.

“La situación es cruda, y si no llueve...”, comenta a la agencia EFE José Salvador, un vecino de San Mamede. Natural de Alicante, decidió hace doce años instalarse en Galicia y no recuerda “una situación similar”, ni una falta de precipitaciones tan “brutal”.

Los vecinos de este pueblo, de apenas veinte habitantes, intentan este asfixiante mes de julio organizarse para afrontar de la mejor manera la situación.

Agua embotellada ante el corte de la traída. BRAIS LORENZO

De momento, el agua la reservan principalmente para “ducharse”. Para el resto de tareas, utilizan calderos, que llena de pozos o garrafas. Tal es el panorama que ya se han coordinado para repartir el preciado líquido entre los que tienen fosas particulares, como en el caso de Salvador, y comprar garrafas de agua.

“Hay que echar una mano en lo que se pueda para pasar esta situación, que va para largo, lo mejor posible”, dice este vecino.

Si se prolonga la sequía, no sé qué vamos a hacer”

“Ayer mismo fui a Xinzo (municipio a 14 kilómetros) para comprar cuatro garrafas de cinco litros de agua y botellas y ya tengo que volver, pues nos hemos quedado sin nada”, explica. Los afectados advierten: “Si se prolonga la sequía, no sé qué vamos a hacer”.

De momento, ya han convocado reuniones para buscar soluciones. Entre las posibilidades que barajan está construir un pozo nuevo y el uso de cisternas para garantizar el abastecimiento.

“Estamos cogiendo cubos y tinas con agua, nos gobernamos como podemos, pero no es fácil”, cuenta otra vecina. Mientras tanto, los habitantes de San Mamede se conjuran convencidos de que la única solución es que llueva.

La alcaldesa: “En San Mamede, en 19 años nunca se quedaron sin agua, y hoy hay manantiales que no tienen ni gota”

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En un pueblo próximo, en Sabucedo, otro lugareño coincide en el diagnóstico. “Los manantiales están secos, no hay agua”, afirma. La alcaldesa de Porqueira, Susana Vázquez, asegura que es “algo que se veía venir”.

“No llovió, por lo que en marzo y en mayo ya publicamos bandos pidiendo un uso responsable del agua” y recomendaciones como evitar el llenado de albercas e incluso el lavado de coches. Pese a estas medidas, reconoce que muchos núcleos –no solo de Porqueira, también de otras zonas– van a tener que afrontar, algo que ya están haciendo, una realidad difícil.

El Concello ha empezado a limpiar los pozos de regadío mientras busca alternativas. “En San Mamede, en 19 años nunca se quedaron sin agua, y hoy hay manantiales que no tienen ni gota”, ejemplifica Vázquez. Son las “consecuencias de una sequía terrible”, concluye.

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