Un conductor circula con su coche por la carretera. Lleva dos acompañantes, uno va en el asiento del copiloto y el otro en el de atrás. Es el que graba la escena. Ésta comienza cuando una patrulla de la Policía Nacional le da el alto, pero el hombre decide continuar la marcha, haciendo caso omiso de las indicaciones de los agentes. Conducen una furgoneta policial y se ven obligados a ponerse en paralelo para intentar frenarle. Pero Benito, que así se llama el protagonista de esta persecución inaudita, decide seguir pisando el acelerador.

Ángel y demonio

Al principio, los dos ocupantes que le acompañan toman diferentes roles: el de ángel y el de demonio. "Tú tira, Benito. ¡Tira, Benito", dice el autor del vídeo. Mientras, el copiloto le intenta hacer entrar en razón: "Para aquí, faime caso; frena, frena, frenaaa!". Benito se mantiene callado, mientras el pasajero de atrás apoya su huída: "Escapa, home, escapa. Dalle a fondo!".

La policía se mantiene a la vera del vehículo por esta carretera de Ourense, un recorrido que realizan conjuntamente durante un minuto y medio, en el cual este conductor se centra en seguir circulando, sin pretensión alguna de parar, ni articular palabra. El hombre que graba, al ver que su amigo continua conduciendo, entiende que la cosa se está poniendo seria, y decide entrar en razón: "Frena, home!; queres frenarlle ti aí?", le dice al hombre que va en el asiento del copiloto.

El resto del vídeo es una continua sucesión de frases a voz en grito, que incluye la palabra 'Frena' en todas ellas, a las que Benito sigue haciendo caso omiso: "Frena, Benito, ¡hazme caso!", dice uno. "¡Para aquí el coche!", continua el otro. También intentan advertir a la policía: "No quiere frenar, no quiere frenar!".

Por fin, el conductor decide parar. El hombre del asiento de atrás sale del coche, y entre aliviado y cabreado le dice a Benito: "¡A mí bájame del coche, ya te lo digo!, ¡Me cago en D...!".