Tres años de cárcel y el pago de una multa de 500 euros a un hombre que el 7 de septiembre de 2019 acudió a la estación de tren de A Rúa-Petín –con intención de enviar un paquete con cocaína a A Coruña para su posterior consumo por terceros– es la pena que la Audiencia Provincial impuso a un hombre.

“Recuerdo que me dijo exactamente que el paquete tenía un regalo de ‘artesanía gallega’ para un amigo que se casaba”, atestiguó la mujer que se ofreció a transportar un envoltorio que el condenado –al que todos conocen con el apodo de Bambi– quería enviar hasta A Coruña.

Fue ella la que le dijo al varón que su destino era la ciudad herculina –el 7 de agosto de 2019– y que podía llevar consigo el paquete al ver que el acusado preguntaba a una trabajadora de Renfe si podía mandarlo en tren y esta le contestase que no.

Por su parte, el acusado afirmó desconocer por completo lo que contenía el paquete en cuestión y que fue un amigo suyo el que le pidió que lo mandase mintiéndole sobre el contenido del mismo. “Me enfadé con él porque me engañó. Me dijo que era artesanía gallega. Un regalo de boda para otro amigo suyo”, repitió en varias ocasiones.

La defensa alegó que no se había producido transacción económica por la sustancia y el fiscal que desconocer lo que contiene un paquete no exime de incurrir en tráfico de drogas.

Los magistrados argumentan que “el Código Penal no contempla como única acción típica laposesión de drogas para promover su consumo ilegal por terceros. Son también actividades que colman las exigencias típicas las de ‘favorecer’ o ‘facilitar’ de cualquier modo ese consumo ilegal”.