Desde el Sindicato CC OO denunciaron que hace tan solo 8 años la provincia de Ourense contaba con un total de 22 puntos –entre estaciones y apeaderos– para los usuarios del servicio de ferrocarril. “Resulta desolador que actualmente solo permanezcan abiertas al público las instalaciones del barrio de A Ponte. Y que la estación de San Francisco sea la única de toda España ubicada en un centro urbano que se encuentra cerrada”, destacó Miriam Piñeiro (secretaria de la sección sindical Adif-Renfe) en rueda de prensa.

Así las cosas, desde la entidad señalan que la bajada de persiana en los puntos de venta en los que antes se atendía personal e individualmente a los usuarios, llevan parejos un recorte y precarización no solo de los servicios ofrecidos, sino también de las condiciones laborales de los empleados de la empresa pública.

“En 2013 existían en la provincia 68 circulaciones ferroviarias semanales y actualmente el número se reduce hasta 20, la mitad de las cuales aún no se han repuesto después de la pandemia”, expuso Piñeiro. A esto, dijo, se sumaron modificaciones horarias como la de la línea Ponferrada-Ourense-Vigo, que realiza una parada en esta ciudad durante dos horas. “Esto se traduce en que los trenes resultan inoperantes para la población y eternizan un viaje que se realizaba en cuatro horas y que ahora requiere seis”, advirtió.

Ante la respuesta dada por parte de la empresa –tras diferentes quejas de trabajadores y sindicatos– de que no existe demanda y por eso se eliminan determinados servicios, desde CC OO afirman que es imposible que sepan si hay usuarios o no tras reducir notablemente la figura de los interventores, que son quienes se encargan de revisar los billetes y orientar a los ciudadanos que se suben a los trenes. “Al no tener personal en las estaciones y dentro de los trenes no pueden saber cuántas personas viajan”, añadió.

Asimismo, contra el argumento de los que abogan por las líneas de autobús para cubrir el hueco dejado por el tren, desde CCOO recuerdan que “no se debe nunca primar un servicio privado por encima de uno público” y que “el transporte ferroviario es mucho más ecológico que un autocar”.

Piñeiro también lamentó que no se aproveche la infraestructura de vías de la que se dispone en la provincia porque los trenes podrían pasar por “casi todos los pueblos”.

“Yo entiendo que exista una convivencia entre otro medio de transporte que pueda llegar a espacios rurales más pequeños como las parroquias. Pero que el transporte para toda la provincia se base en ese sistema es un fracaso cuando se está viendo en otras ciudades y países que el avance es el ferrocarril”, remató ante los medios de comunicación.

RECUPERAR SERVICIOS


Por otro lado, el Parlamento gallego aprobó por unanimidad una proposición no de ley para que se restablezcan los servicios suprimidos con la pandemia de los trenes-hotel entre Galicia y Madrid y Barcelona; los trenes regionales; los trenes de larga distancia con el resto de España y Portugal y rebajas en el precio del Avant.

La diputada del Partido Popular –que presentó la propuesta– Begoña Freire manifestó que “la pandemia sanitaria no puede ser empleada como excusa para justificar una reducción drástica de los servicios y de las frecuencias ferroviarias”.