“Mestre comprometido, loitador polas liberdades e político inspirador dun novo discurso para a reconstrución da identidade galega”, así reza la placa que desde hoy acompaña al busto descubierto en la Plaza Mayor de Vilanova dos Infantes, el del escritor y político gallego, Luis Soto Fernández.
Aunque nacido en A Bola, en 1902, Soto Fernández estuvo muy vinculado a los municipios de Celanova y Vilanova dos Infantes donde ayer el Patronato de la Fundación Luis Peña Novo y el colectivo Galeguizar Galicia, con la colaboración de la secretaria xeral de Política Lingüística organizó un homenaje en su recuerdo.
Hubo dos actos, cada uno en uno de los territorios. La primera parte transcurrió en Celanova, en el Auditorio Municipal donde se proyectó el documental “Luis Soto, discurso para un país”, un trabajo en el que se repasa la trayectoria política y personal del escritor y político mediante información que la familia legó al Archivo Histórico de Ourense, entre ella la relativa al periplo que realizó con Castelao entre Cuba y Estados Unidos representando al Gobierno de la República Española. Además, recoge declaraciones de personas que lo conocieron como el escritor Xosé Luis Méndez Ferrín, presente en el acto que destacó la importancia de Soto como “protagonista de excepción” en la conformación del pensamiento político y pedagógico del S. XX.
“La importancia de Luis Soto es la de un gallego que nunca renunció a reivindicar sus orígenes y su idioma en los diversos lugares del mundo en el que les tocó vivir”, destacó el secretario xeral de Política Lingüística, Valentín García.“Su vida y su obra son ejemplos de galleguidad y amor a la tierra”, añadió antes de dar paso a la segunda parte del acto.
Ya en Vilanova dos Infantes, la banda de música realizó una actuación delante de la que fuera la casa de Luis Soto, ante la cual se descubrió el busto en su honor.
Trayectoria
Luis Soto perteneció a la generación intermedia entre el Grupo Nós y el Grupo de la República, fue el más joven de sus compañeros recibiendo una gran influencia por parte de Eduardo Blanco Amor. A lo largo de su vida ejerció de docente además de redactor y director de varias publicaciones. Durante su exilio comenzó su actividad como político y activista cultural, ejemplo de ambas fue la creación del Padroado da Cultura Galega, durante décadas la institución más importante de difusión de la cultura gallega en México, lugar de fallecimiento de Soto en 1981.
