Con muchos nervios llegaban ayer por la mañana a los institutos públicos los alumnos que cursarán primero de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) durante lo que queda de 2021 y el primer semestre de 2022. Para que se habitúen al nuevo centro, cada vez son más los IES que organizan una jornada de presentación a la que acuden padres y alumnos de nuevo ingreso.

Cada centro organiza estos días la vuelta a la rutina escalonando la llegada de los estudiantes. En el instituto As Lagoas de la capital ayer fue el turno de los que empiezan en primero y segundo de ESO y hoy se incorporarán los de 3º, 4º y 1º de Bachillerato para que el viernes solo falten que a final de curso se podrán enfrentar a Selectividad.

Un total de 12.018 menores comienzan estos días las clases en Secundaria o Bachillerato en la provincia de Ourense –de los cuales 8.807 están matriculados en la primera etapa formativa mencionada y 3.087 en la anterior a la universidad–.

María Cristina Morales es una de las madres que ayer asistió, junto a su hijo, a la jornada de reconocimiento. “El cumple los 12 en octubre, por lo que aún no lo vacunaron, pero a mí me da tranquilidad que a muchos de sus compañeros ya les hayan puesto alguna dosis y que las mascarillas se sigan usando como prevención”, cuenta. Tampoco ser de los más pequeños le quita la ilusión a su hijo: “Estaba muy contento porque le gustan los cambios y se sienten mayores estando en la ESO”.

Sandra Youssfi y Alejandra Álvarez son estudiantes de segundo de ESO y ninguna de las dos sabe aún lo que es estar en clase sin mascarilla. Comienzan el curso con una dosis de la vacuna puesta a la espera de la segunda –para la que están citadas este sábado una y la semana que viene, la otra–. Saben que este año serán más en clase por la reducción de distancia entre alumnos pero eso no les genera inseguridad puesto que las mascarillas siguen siendo obligatorias y cada vez son más los que ya están vacunados.

Con algo de pereza, esperan en la puerta del centro –sin compañía de sus padres aunque para los de su edad también estaba permitido asistir hoy– para retomar la rutina y admiten que les gustaría que este curso fuese diferente al anterior. “Esperamos que, dado a que el año pasado no hubo muchos contagios y empezamos a estar inmunizados, puedan organizarse excursiones o más actividades extraescolares”, afirma Youssfi confiada en que puedan aprender más allá de los libros con sus compañeros.

Un total de 69 centros en la provincia recuperarán, esta semana, su funcionamiento normal entre las enseñanzas de Infantil, Primaria, Secundaria y las postobligatorias que se imparten en ellos.

En el IES Ferro Couselo los sitios estaban marcados. | // F. CASANOVA Edith Filgueira

Sin cambios en el protocolo, salvo la distancia entre pupitres

El único cambio en el protocolo antiCOVID que los estudiantes notarán este curso es la distancia que habrá entre sus mesas y las de sus compañeros. Pasarán a tener, del metro y medio del curso anterior, el habitual metro y veinte centímetros que se estipulaba en la mayoría de centros antes de la pandemia.

Las mascarillas, la prohibición de compartir material individual y personal o las entradas por diferentes puertas y escaleras –según el curso al que pertenezcan– permanecerán vigentes por el momento. Todo esto les explicó Elisa Rodríguez, la directora del IES As Lagoas a los que ayer acudieron a la presentación.

“Algo importante también es que nos comuniquéis cualquier problema que podáis tener con vuestros compañeros. No esperéis a final de curso. A veces los padres no nos dicen nada sobre una situación incómoda para sus hijos que se podía haber atajado. Tenéis que tener confianza con vuestros tutores y profesores para contarles lo que necesitéis”, explicó a padres e hijos para evitar conductas de acoso escolar.

Deseando recuperar el aprendizaje fuera del aula

El hecho de que profesores y alumnos estén casi todos inmunizados aplaca la incertidumbre del que es ya el tercer curso con el coronavirus como invitado no deseado. “Nos aporta cierta flexibilidad y resta rigurosidad. Aunque los niños sigan teniendo que llevar la mascarilla, tanto en las instalaciones exteriores como en las interiores, esperamos que a medida que vayamos viendo cómo evoluciona la incidencia acumulada podamos ir recuperando actividades que les aportan mucho, como es el caso de las excursiones o actividades complementarias que no tiene mucho sentido que se lleven a cabo de forma virtual. Aunque sea con grupos reducidos y divididos por aulas, las actuaciones musicales o representaciones teatrales aportan mucho a su formación y se lo están perdiendo”, destaca la directora entre presentación y presentación.

“Estamos ilusionados porque vemos que, poco a poco, estamos funcionando casi con normalidad”, finaliza Rodríguez.