“El primer paso para resolver un problema es reconocerlo sin ambages, pero lo que no se puede decir es que hay una situación de normalidad. El sistema sanitario está muy en el límite; hay mucha gente cansada y saturada, son muchos meses, y los profesionales sanitarios estamos sobrecargados y exhaustos”. Es el mensaje que ayer lanzó el Colegio de Médicos de Ourense sumándose al análisis realizado en las últimas horas por la comisión de centro, el personal del servicio de Urgencias y otros colectivos sanitarios de la provincia que hablan de colapso y falta de personal.
La junta directiva del colegio profesional señala que la pandemia, y las consecuencias derivadas del COVID en las patologías habituales, sobre todo en las crónicas y complejas, es un problema más que se suma a los “déficits previos” que ya arrastraba la sanidad pública. “Llevamos años proponiendo soluciones y alternativas que se han escuchado poco o a las que se ha reaccionado demasiado tarde”, apunta el presidente del ente colegial, José Luis Jiménez, que urge una respuesta rápida y contundente para evitar que la bola de nieve siga creciendo.
“Se ha perdido demasiado tiempo y ahora, con el déficit estructural de recursos humanos que va a incrementarse en los próximos años, es complicado dar respuesta a estos problemas que emergen con fuerza en el entorno de la pandemia”, afirma el colegio.
"No hay tiempo que perder"
No hay tiempo que perder, dicen, y proponen “aumentar al máximo” las plantillas de los centros de salud más congestionados, de los servicios hospitalarios y las urgencias, así como “no perder ni un solo profesional haciendo contratos de corta duración que ahora no tienen sentido en ningún servicio”, señala Jiménez. Añade que “simplificar el problema en atención primaria en presencial o no presencial es desenfocar el asunto, porque lo importante no es eso, sino que un médico de familia no puede atender 60 pacientes en una mañana, sea presencial o telefónicamente”. Esto lleva, apunta el presidente del Colegio de Médicos, “a consultas que no son de calidad”.
Frente a esto, apuestan por limitar, en los centros más congestionados, el número de consultas diarias por médico (30 más urgencias sería lo idóneo), recuperar el concepto de equipo asistencial con el liderazgo del médico y el jefe de servicio, e implantar ya sistemas de citación integral que ordenen y prioricen la demanda, “liberando al médico de actuaciones que pueden ser bien resueltas por otros perfiles profesionales”.
Es el momento, señala el colectivo, de exigir aumentar las plantillas en los dispositivos más desbordados, contratos estables para los nuevos especialistas, incentivos para la cobertura de los puestos de más dificultad y el desarrollo integral del Plan para una atención primaria vertebradora.
Actividad quirúrgica en los hospitales
“En los hospitales hay un clamor porque en todo este tiempo la actividad quirúrgica y de consultas se ha ralentizado”, destaca Jiménez, “por lo que es necesario recuperar esa actividad que se ha ido dejando por la pandemia, porque ya es mucho tiempo y no podemos tener a los servicios quirúrgicos más o menos parados porque eso repercute en las urgencias y en la actividad primaria”. Sostiene que es necesario un plan “bien financiado, bien organizado y flexible para dar respuesta a todos estos problemas”.
El BNG acude al Parlamento
Por su parte, el grupo parlamentario del BNG registró ayer una batería de medidas para demandar a la Xunta explicaciones por la situación de las Urgencias del CHUO y el “colapso” en Atención Primaria. La diputada Noa Presas exige al gobierno gallego que “reabra camas, refuerce la atención primaria y contrate más personal para garantizar un correcto funcionamiento de las urgencias”.
