“É unha voda como antigamente, cando os invitados quedaban comendo e os noivos collían o autobús de liña para comezar a lúa de mel”, decía ayer, entretenida, una familiar de Lourdes e Ismael, que tras 15 años de relación contrajeron matrimonio en Ourense este viernes por la mañana, mirando de reojo el reloj: tras una comida con la familia para celebrar el enlace, la pareja planeaba marcharse a las cuatro de la tarde para subirse a un avión en Oporto y volar a París. En la ciudad de la luz y del amor pasarán la noche de bodas y una estancia de siete días, hasta su regreso a casa el próximo viernes.
“Tiñamos a idea de facer unha voda tradicional, pero sempre había motivos para pospola, porque non hai unha data final a esta situación aínda que nos queiran decir que si”
“Isto é unha broma, non?”, presuponía la ourensana, de 36 años, cuando vio a tres periodistas que se interesaban por la historia, a las puertas del edificio judicial de O Couto. Posaron con la familia para la prensa local antes de oficializar su amor con el matrimonio en un acto celebrado en la sala de vistas número 9, la del juzgado de Primera Instancia Número 2 de Ourense, el que realiza los enlaces conyugales que se tramitan en el Registro Civil.
“Levamos case case toda a vida de mozos”, confirmaba Ismael. Es una boda con día en Ourense y noche en París, una celebración dentro del margen que deja la pandemia. “Tiñamos a idea de facer unha voda tradicional, pero sempre había motivos para pospola, porque non hai unha data final a esta situación aínda que nos queiran decir que si”, reflexionaba Lourdes.
“Casamos en Galicia e durmimos en París”, resumía la mujer, todavía sorprendida por la aparición de los periodistas. “A estes familiares dixémoslles que iamos casar hai unha semana. Os primos, que somos moi apegados, aínda non o saben. Vanse enfadar, vanse enterar polo xornal”, bromeaba la novia. Tras rubricar una relación de 15 años, tras celebrar con la familia su enlace, Lourdes e Ismael llevaron su amor en vuelo hasta París.