Más allá de la crisis sanitaria del coronavirus hay otras plagas, como la de la avispa velutina, que empieza a avanzar con el comienzo de la primavera, contra las que toda acción es buena. Los medios de la administración para centralizar las alertas –el número de avisos es el 012– y para erradicar los nidos –a través de Seaga, los servicios de Protección Civil y los bomberos– son uno de los frentes, pero no el único. Desde el jardín o la huerta, reutilizando botellas usadas, es posible prevenir la proliferación del insecto colocando trampas entre los árboles frutales o las viñas.
En 2020, hubo 2.962 avisos a Seaga desde Ourense. Un total de 18 municipios concentraron el 60%. Ourense, con 397, es el que más alertas generó, seguido por O Carballiño (177). El año pasado se neutralizaron 1.518 nidos en la provincia, 199 en la ciudad
En la parroquia de Seixalbo, un entorno con medio rural en el municipio de Ourense, un mensaje en la red social Facebook sobre cómo elaborar uno de estos atrapaavispas fue visto por 12.000 personas en apenas 48 horas. Con humor, en la asociación vecinal San Breixo, que cuenta con 420 socios, han bautizado a sus dos modelos de trampas como “Carolina Ferreira” y “Zarra”.
Xosé Carballido: “Desde mediados de marzo comezan as raíñas a facer o niño e a clave é eliminalas. Coas trampas atraíntes quedan pechadas e non poden crear o niño, cada un dos cales xera 20.000 individuos. Eliminar 5 raíñas, 100.000 vespas velutinas menos"
Durante el año 2020, el número total de avisos a la empresa Seaga en la provincia de Ourense ascendió a 2.962. Un total de 18 municipios concentraron el 60%. Ourense, con 397, es el que más alertas generó, seguido por O Carballiño (177), Pereiro de Aguiar (132), O Barco de Valdeorras (103), Coles (101), San Cibrao das Viñas (92), Barbadás (79), Ribadavia (76) y A Peroxa (74), según datos de la Xunta.
La media de avisos en la provincia fue de 8 y se duplica en agosto, tomando como referencia el año 2020. Los bomberos de la ciudad aún no han tenido ninguna intervención para retirar un nido, según fuentes del parque. A lo largo de 2020 se neutralizaron 1.518 en toda la provincia (199 en la ciudad). La retirada suele empezar en abril, con un pico en verano, sobre todo en agosto, y un descenso a partir de noviembre.
“A partir de mediados de marzo comezan as raíñas a facer o niño e a clave é eliminalas. Coas trampas atraíntes quedan pechadas e non poden crear un niño, cada un dos cales xera 20.000 individuos. Así que conseguir eliminar cinco raíñas supón 100.000 vespas velutinas menos. Unha vez que se instala, crea niños que van aumentando, e pode ser perigoso xa non só para as persoas, senón que tamén atacan ás abellas, causando dano ás colmeas e afectando á polinización”, explica Xosé Carballido, presidente de la asociación vecinal de Seixalbo y trabajador público de Medio Rural. “Un veciño avisou de que vira algunhas voando e, a raíz diso, mandamos aviso a través do Whatsapp a todos os socios, e tamén o puxemos no Facebook, unha publicación que tivo un éxito inusitado. Está ben que a xente se anime porque se en cada casa se puxeran unha ou dúas trampas acadariamos un control”, subraya Carballido.
En primavera comienzan también las tareas de limpieza de parcelas, lo que puede dar lugar a situaciones peligrosas si el desbroce, con el ruido e incluso con el impacto de la cuchilla, altera a un enjambre en un nido. En el pasado, un vecino de Seixalbo pasó varios días hospitalizado tras sufrir un ataque masivo de velutinas. En la parroquia, donde hace más de cinco años que detectan la presencia del insecto asiático, asesoran a los vecinos en los últimos tres “para concienciar sobre o uso das trampas, coa idea de que vaia a máis e se frene a expansión”.
Las condiciones meteorológicas afectan y también es distinto el contexto actual al de hace un año, cuando España estaba en casa en un confinamiento estricto. El aumento de la afición por las rutas al aire libre también hace subir el riesgo de poder encontrarse con algún enjambre, sobre todo en zonas de frutales o en las riberas de los ríos. “O risco para as persoas está máis cando inquietas ao niño, cando vas cun pao, fas ruído ou durante un desbroce podes sufrir un ataque, porque provocas unha axitación”, dice Carballido.
Higinio Nóvoa tiene un par de trampas en su finca. Dos reinas de considerable tamaño trataban de remontar ayer, sin éxito, la cara interna de una botella que contenía la mezcla dulce que las atrae. Son 40.000 insectos menos. “En canto entran, atontan e xa non conseguen saír”. El año pasado, al vaciar las botellas con las que dio caza al insecto, este vecino vio “cincuenta, sesenta ou cen, e tras poñelas nun papel fixen a broma de que ía facer unha paella”.
La asociación vecinal San Breixo de Seixalbo recomienda colocar las trampas para la avispa asiática a una altura de entre 1,5 y 2 metros, cerca de plantas con flor, como los árboles frutales o camelias. Con un orificio de 9 milímetros, las velutinas entrarán y los insectos de menor tamaño podrán salir. La fórmula para atraer a las avispas varía según el particular, pero en esta parroquia ourensana recomiendan mezclar dos vasos de zumo azucarado –mejor si es de arándanos–, uno de vino blanco, una cucharada de vinagre y una gota de lavaplatos.
La Xunta ha renovado para este año, con una inversión de 1,7 millones, el encargo a la empresa pública Seaga de la retirada y destrucción de los nidos de velutina en 300 municipios, el 95% del total. Los operarios de intervención están dotados con EPIS, pértigas, escopetas, marcadoras, insecticida, transporte y material informático. El plazo desde el aviso al 012 es de 5 días hábiles, por regla general.
