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Calvos de Randín amanece a -11º pero no teme al frío: “Se está de maravilla”

“A las temperaturas bajo cero estamos acostumbrados, lo peor es el animal ese que anda suelto”, dice un vecino | La localidad sufre dos brotes de COVID que suman 14 casos

Un vecino de Calvos de Randín en la mañana más fría de este año. | // BRAIS LORENZO

En Calvos de Randín no le temen al frío. El municipio amaneció ayer rozando los 11º bajo cero. La estación de Meteogalicia registró -10,9º a las 9.10 horas, la temperatura más baja de toda la comunidad gallega en una ola de frío que mantiene hoy y mañana la alerta naranja en toda la zona sur de la provincia por temperaturas extremas (-8º) y amarilla en la montaña (-4º).

Lo que asusta a los vecinos de Calvos en este momento no es el termómetro, sino el coronavirus. El concello se había mantenido tranquilo pero dos brotes en estas fiestas navideñas han disparado las alarmas. “Al frío estamos acostumbrados aquí, lo peor es el animal ese que anda suelto”, dice Delfín, vecino de la localidad. También el alcalde, Aquilino Valencia, muestra su preocupación por estos brotes, aunque inicialmente están bien delimitados, y pide prudencia a los vecinos. Lo de menos es el frío polar que se extiende durante la noche por este municipio. “De noche la gente se recoge en sus casas y con calefacción no hay problema, de día sale el sol y se está de maravilla”, apunta. Con la ventaja, apunta, de que al estar más altos que el resto de la comarca, la niebla que hiela y “cala los huesos” en la parte más llana de A Limia, en Calvos desaparece por la mañana.

“Hace un sol impresionante”, corrobora María Luz, que apunta que cuando era niña sí que hacía frío de verdad. “Recuerdo que nevaba muchísimo, y algunas veces el coche de línea se quedaba 15 días sin poder salir de aquí por la nieve; aquello sí que era frío”, remarca. Pero en este momento que el termómetro baje de los -10º no les asusta. Esta vecina también está preocupada por el aumento de los casos de COVID. “No había nada pero tuvo que aparecer ahora”, lamenta. La reducida vida social que impone la pandemia evita también la exposición: “Estamos todo el día en casa, así no se pasa frío”, señala.

Otras localidades vecinas registraron ayer mínimas extremas como Baltar, que llegó a -8.9 º; Verín, a -8.7 y Viana do Bolo, que bajó a -8.6º. Manzaneda registró -9.4 y Carballeda de Valdeorras -8º.

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