La empresa Dizmar, que genera 200 empleos en su planta del Polígono de O Carballiño y otros 100 en montajes de obra, está a punto de finalizar la construcción de la estructura del nuevo viaducto que conectará el Parque de Valdebebas con la terminal T4 del aeropuerto de Barajas. La planta carballiñesa se encarga de fabricar las tres secciones metálicas que conforman el arco del puente, cada una de ellas de 160 toneladas y 48 metros, así como del suministro de las piezas metálicas distribuidas en 36 divisiones.

Dos de las tres secciones que construyó Dizmar ya salieron en transporte especial con destino a Madrid. El peso total del puente supera las 2.000 toneladas. Cada transporte tiene 65 metros de longitud y requiere una semana para llegar a destino, ya que necesita cubrir tramos en los que no se llegan a superar los 10 kilómetros por hora.

La obra del viaducto de 205 metros de longitud y 25 de ancho que reforzará las conexiones de la T4 de Barajas está promovida por la junta de compensación del Parque de Valdebebas y la adjudicación recayó en Ferrovial Agromán. La ingeniería ha sido asumida por la madrileña Ideam. Dizmar ya trabaja en la tercera sección del puente.

Además, la planta carballiñesa participa actualmente en proyectos internacionales como un viaducto para Ghana, otro para Uruguay, una plataforma de prospección petrolífera en Estados Unidos y el nuevo Puente St. Laurence, en Montreal, de 3,4 kilómetros.