Sonia R. D., una mujer de 52 años propietaria de una vivienda en el barrio ourensano de A Ponte, acudió esta mañana al edificio para intentar que sus inquilinos se marchen: "No pagáis, me dejáis en la calle y me amenazáis. Si esta semana no se toman medidas tengo que dormir en el coche porque no puedo manteneros", dijo la dueña a un inquilino.

El hombre niega las amenazas que denunció la propietaria en la Policía (se archivó el caso) y ha asegurado que buscarán otra vivienda y se irán. "Esta semana nos vamos a ir", manifestó el residente.

Por su parte, la propietaria asegura que "tenía alquilado el piso para el lunes siguiente a unos estudiantes por 600 euros, pero vino chica de la edad de mi hija con una niña pequeña. Me dijo que le gustaba mucho, que venía de Ferrol, que se había escapado de su marido y la verdad es que la creí".

"Me dio pena y confié en ella". Después, "le hice un papel, puso 500 euros de fianza, 150 euros todo el mes y al día siguiente ya hacíamos todo con contrato y aval. Ahí, asegura Sonia, empezaron los probemas, "vine ese viernes al piso y me encuentré con diez personas, la casa patas para arriba, camas por todas partes, no me dejaron llevar nada y ya se pusieron bordes y a gritar".

La propietaria cuenta que esta era su residencia habitual pero que por motivos de trabajo tuvo que mudarse y decidió alquilar este piso para poder asumir los gastos en su nueva ciudad, Vigo. "Tuve que dejar el piso de Vigo. No puedo asumir los gastos de allí y de aquí" y "he dormido en el coche un par de veces".