Los partidos con representación en el Concello de Ourense valoran los resultados de las elecciones en clave autonómica, sin dejar de lado la lectura municipal. La cita con las urnas del domingo dejó una subida de la abstención en la tercera ciudad de Galicia, con una participación del 56,49% -un total de 48.620 electores-, casi ocho puntos menos con respecto al 64,06% de las autonómicas de 2016 (55.808 votantes). El alcalde de la capital de As Burgas, Gonzalo Pérez Jácome, que hizo público en la campaña que votaría a Feijóo, considera que la ausencia de Democracia Ourensana en esta cita electoral -era una de las condiciones del pacto con Baltar para la gobernabilidad PP-DO en Concello y Diputación- se ha traducido en un "reparto" de su electorado entre distintas opciones políticas, no solo a los populares.

"Siempre hemos tenido un voto muy ecléctico, nuestro electorado se reparte bastante bien", afirma el regidor y líder de DO, que por primera vez en varios años no ha sido coprotagonista de una noche electoral en Ourense. "No pasa nada, todo bien", zanjaba ayer. En su opinión, "todo está bastante estacando en bandos y hay vasos comunicantes. El BNG, por ejemplo, cogió el voto de En Marea, concentrando a la izquierda radical y nacionalista". El alcalde también considera que tras algo más de un año de mandato municipal, en la ciudad "no se notó ningún efecto" del pacto inopinado entre PP y Democracia Ourensana que lo aupó a la Alcaldía en 2019. Sí cree que hay castigo a los populares en la comarca de Verín por el cierre del paritorio y la posterior rectificación. Una zona donde el PP es primera fuerza pero con una caída porcentual de varios puntos.

El senador Jesús Vázquez, exalcalde, concejal y presidente local del PP en Ourense, celebra los resultados del partido en la capital. Recibió 22.044, que son 1.739 que en las autonómicas de 2016 pero, en un contexto de más abstención, suponen un incremento porcentual del 42,99 al 45,76%, doblando en papeletas a la segunda fuerza en estos comicios, el BNG. "La valoración es muy positiva, estamos contentos con la subida de casi 3 puntos en la ciudad. Creo que la gente ha comprado el mensaje de seguridad, liderazgo, experiencia, certidumbre y gestión por parte de Alberto, ya no solo de una pandemia sino de los últimos 11 años", afirma.

El exregidor considera que el electorado "no ha mezclado el ámbito municipal con el autonómico, sino que valoró la figura de Alberto y evaluó una gestión de 11 años y una situación concreta por una pandemia, por el miedo y riesgo de lo que pueda venir por la crisis. Creo que no se ha racionalizado el voto en términos de las municipales, ni se ha valorado". Jesús Vázquez considera que "ni todo ni la mitad ni una parte del electorado DO" ha recalado en el PP. "No se puede valorar en esos términos, no hubo un voto en ese sentido", explica.

El BNG fue la quinta fuerza en la ciudad en las autonómicas de 2016, con 2.697 votos, el 4,87%. Este domingo obtuvo 11.442, el 23,75% de los sufragios. Los nacionalistas quedaron segundos en la capital anteayer. El portavoz municipal, Luis Seara, destaca que "el mensaje del BNG caló en amplias capas de la sociedad, que nos percibió como una fuerza de cambio. Se ha valorado el gran trabajo de Noa Presas y también de la candidata nacional, Ana Pontón, así como creo que también la labor a nivel local y la de Néstor Rego en Madrid. Fue una tormenta perfecta que nos ha llevado a multiplicar de forma estratosférica los apoyos en la ciudad hasta ser segunda fuerza".

La impresión de Seara es que "esa relación directa con la ciudadanía, con ese trabajo de contacto permanente con la sociedad para conocer sus problemas y demandas, nos puede catapultar a la Alcaldía de la ciudad. Somos ambiciosos, desde la humildad y el realismo, y creemos que hace falta un gobierno que dignifique a esta ciudad". El BNG aprecia un "evidente castigo" de los electores al pacto entre PP y DO en la ciudad. "Mucha gente no ha asumido ni asumirá que la fuerza que decía que iba a desterrar el caciquismo acabara pactando con el cacique. Esa política de la mentira y hacer lo contrario a lo que se decía acabará pasando factura".

El PSdeG-PSOE vuelve a ser tercera fuerza en la ciudad en unas autonómicas. En 2016, con el 'sorpasso' de En Marea, obtuvo 9.812 votos. El 12-J recibió 10.184, un incremento de más de tres puntos en el porcentaje de apoyo, hasta el 21,14%. El secretario provincial del partido y portavoz municipal, Rafael Rodríguez Villarino, califica el resultado de "aceptable". Según subraya, "mantenemos la misma representación y fuerza, con una fidelidad de voto, pese al apoyo explícito de Jácome al PP y a la elevada abstención". Villarino admite que la mayoría del voto de Podemos fue a parar al BNG pero también subraya que "gran parte de los votantes de DO no vieron una alternativa en el PP". La lectura del líder de los socialistas de Ourense es que "si en la ciudad mantuvo resultados es por la influencia todavía de Jesús Vázquez. Fuera del ámbito urbano, a nivel provincial Baltar perdió en las autonómicas 27.000 votos con respecto a cuando estaba su padre, sus peores resultados históricos".

Pepe Araujo, concejal de C's en la ciudad, era el cabeza de lista por la provincia de la formación naranja. Logró 928 apoyos en la capital -la sexta fuerza, tras Vox-, 1.021 menos que en 2016. "Dentro de este fracaso", destaca que el apoyo del 1,93% supone "el mejor de Galicia en las ciudades", pese a que los medios del partido durante la campaña se volcaron en Pontevedra. En clave de política local, el exteniente de alcalde con el PP considera que Jácome "más que aportar lo que hizo fue no estorbar" en esta campaña. Araujo reconoce que "el BNG ha conseguido rearmarse como organización tras saber salir del abismo, y el PSOE ha logrado salvar bastante bien los muebles".