Las mesas de las terrazas eran el escenario perfecto para volver a quedar con amigos, familia o parejas después de casi dos meses de confinamiento. Cada demanda contaba su propia historia y muchos fueron los ourensanos que se echaron a la calle para disfrutar del calor, pero también para recuperar esa vida social y urbana que el coronavirus les ha arrebatado. La mañana de ayer describía realidades de abuelos con nietos, padres con hijos, amigos, sentimiento de pareja e incluso café solitarios.

Las relaciones sociales pasan de la pantalla al contacto ocular, algunos tenían miedo de saludarse. Una pareja en la Plaza Mayor se saluda con el codo. "¡Cuánto tiempo! Ahora nos vamos a saludar como en China con una genuflexión o con los codos, ¿qué prefieres?", dijo un hombre a otro. Ahora, queda pensar en ir paso a paso y el primero es abrir las terrazas con la consigna de no volver a abrir las UCI. Prevención e higiene deben ser los principios que rijan nuestra "nueva normalidad" y no olvidar el pasado.