Teatro que rejuvenece

Un poema de la escritora uruguaya Idea Vilariño explica los matices: "Uno siempre está solo pero a veces está más solo". Unas 18.500 personas mayores de 65 años viven sin nadie a su lado en la provincia de Ourense. Las entidades sociales ofertan actividades para mitigar la sensación de aislamiento y fomentar un envejecimiento activo. Con casi un tercio de la población en edad de jubilarse, en Ourense ha aumentado la demanda de atención a personas de la tercera y cuarta edad. Cruz Roja atendió en el último año a 3.188 beneficiarios. El único grupo de teatro de la ONG formado por mayores y cuyo público provincial pertenece al mismo colectivo está formado por una decena de mujeres de 60 a 90 años.

"Estaba nunha etapa un pouco gris da miña vida, e saír un día á semana, primeiro con outras actividades e despois co teatro, fixo que agora sexa outra persoa. Gústame moitísimo. Axuda a falar en público e a perder a vergonza un pouco", dice la más joven, Hercilia Sa, de 61 años y viuda. "Eu estaría sempre en casa se non fora por isto. Colles máis amigas e pásalo ben. Ademais axuda tamén á memoria polo feito de estudiar unha obra". Ella y sus compañeros representaron el martes, en el centro de día de Cruz Roja en Ourense, una serie de obras pequeñas que arrancaron risas y aplausos de los usuarios mayores.

El grupo artístico es de A Gudiña y es el único de Ourense de la entidad social. "El teatro supone una puesta en valor de la vejez para que no se vea como un deterioro o una etapa final, sino como un inicio de actividades nuevas. Es una visión positiva", destaca Natalia Blanco, coordinadora de la asamblea comarcal de Cruz Roja en Viana-Conso Frieiras. Con esta iniciativa y otras de envejecimiento activo, "damos una alternativa, una ocupación y un entretenimiento durante todo el año", subraya.

La presidenta de esa asamblea, Pilar Vega, es la única mujer al frente de las ocho delegaciones en Ourense de la ONG. "Hay mucha gente que vive sola. En el teatro, las participantes lo pasan bien y encima ayudan a otra gente a que también lo haga cuando se ponen en escena. Disfrutan y ayudan a las demás personas a que estén a gusto".

En su comarca, donde la dispersión de la población es incluso más acusada que en otras del interior, el envejecimiento causa un aumento de demanda de actividades de entretenimiento y talleres de memoria o manualidades. La mayoría de los usuarios son mujeres, como sucede con la plenitud de voluntarias que forman el grupo de teatro, salvo por el director, Amadeo García de 75 años. Su vieja afición por este arte ayudó a que se consolidara la iniciativa. Llevan cuatro temporadas con obras distintas. Se reúnen cada jueves para ensayar. "Que xente que non subiu nunca a un escenario nin falou en público sexa capaz de estar alí e dirixirse ao público xa é un mérito inesperado. Iso está totalmente superado. Ademais teñen unha expresión natural", destaca el voluntario.

Esther Cruz, de 68 años, forma parte de esta agrupación de teatro desde que se constituyó. "Vin e quitei moitos prexuízos. Era incapaz de saír en público e falar, e agora un pouco mellor", sonríe. Los nervios, matiza, "non se perderon de todo pero case case". Esther, que junto a sus compañeras han alegrado la tarde del martes a los usuarios del centro de día de Cruz Roja en Ourense, solo ve beneficios: " A min deume vida. Estimulas a memoria, pasas o tempo, non estás soa e fas relacións. É positivo en todos os sentidos. Esperar ao xoves para o ensaio e irse preparando para o día de actuación a min gústame. Ademais é unha satisfacción moi grande ver ao público rindo e aplaudindo". Esther todavía siente ese hormigueo previo a una actuación.

El grupo de teatro de mayores de A Gudiña escenificó su obra -con mucha retranca gallega- hace unos días en el encuentro de voluntarios de la ONG, celebrado en el municipio. Suelen actuar ante mayores pero también participan en actos para niños y en actividades intergeneracionales.