Los doce acusados de la operación 'Gaijo' contra el tráfico de drogas que dirigió la Guardia Civil entre 2016 y 2017 comparecerán el próximo jueves en la Audiencia en un juicio que previsiblemente se cerrará con una conformidad entre las partes.

Los doce son sospechosos de llevar a cabo labores de distribución y venta de cocaína, cannabis y resina de cannabis en las provincias de Ourense y Pontevedra. La Fiscalía exige penas de entre un 18 meses y cinco años de cárcel que suman un total de 35 años. La causa procede del Juzgado de Instrucción 1 de Xinzo de Limia.

El arresto de los doce detenidos, que llegaron a estar en prisión preventiva, se llevó a cabo en el mes de abril de 2017 y desmanteló una supuesta red dedicada al tráfico de drogas que operaba principalmente en Xinzo y Vigo. Según recoge el escrito de acusación, los doce encausados se ocupaban a esta actividad desde principios de 2016.

El cabecilla era J.S.C., que se enfrenta a una petición de la Fiscalía de cinco años de prisión atenuada por la confesión de los hechos que hizo en su momento. Según recoge el escrito, este utilizaba su coche para realizar la distribución de la droga y solía ir acompañado por su pareja sentimental, MF.R.G., también acusada.

Este se encargaba de vender y entregar las sustancias estupefacientes a ocho de los implicados que, a su vez, la distribuían en pequeñas dosis a los consumidores y en alguna ocasión a otros vendedores, tal y como describe el Ministerio Público en su escrito.

La operación se desarrolló el 31 de marzo con la detención del cabecilla cuando llegó a Xinzo desde Vigo en un vehículo conducido por otro de los acusados y que ha sido procesado como responsable en concepto de cómplice. La Guardia Civil los detuvo al estacionar en la avenida de Madrid. J.S.C. llevaba un kilo de cocaína en un paquete adosado a su espalda y otros cien gramos en el bolsillo interior de su chaleco.

Este arresto desencadenó el resto y al día siguiente se desarrollaron registros domiciliarios en Vigo, Xinzo, Redondela y Coruxo (Vigo). En esta última localidad residía la esposa del cabecilla, acusada como cómplice, y era compartida por J.S.C.. Aquí se encontraron elementos para el tratamiento y distribución de la droga que llevaron a los investigadores a definir la vivienda como el "laboratorio". Había 455 gramos de cocaína, 188 de cannabis, 355 de acetona y 3,4 kilos de sustancia de corte.

En el resto de registros, en los que están implicados los demás integrantes de la supuesta red de tráfico de drogas, se encontraron sustancias y material empleado para la preparación de las dosis. En el caso de PM.G. fue hallada también una carabina sin licencia, por lo que ha sido acusado también de tenencia ilícita de armas.