Cualquier reconocimiento a la diáspora supone hacer un gesto a una amplia colectividad que sigue latiendo en el extranjero tras décadas de emigración: por la pobreza en el siglo XX, por la falta de expectativas laborales en la nueva oleada del siglo XXI. Ourense ha perdido cerca de un tercio de su población residente en menos de cincuenta años, desde los 441.255 habitantes que había en 1971 a los 309.112 que continúan aquí actualmente, según la estadística provisional de principios de 2018.

Hay 154.312 gallegos de nacimiento que tienen su vida en la emigración. De estos, 33.888 abandonaron Ourense un día para buscar prosperidad en la diáspora. Según los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE), 12.541 ourensanos de cuna residen en otros países de Europa, mientras que la gran mayoría de las personas que se fueron están afincados al otro lado del Atlántico. Un total de 20.957 siguen a día de hoy en América. En Argentina, donde este domingo se entregó el Premio Ourensanía a dos centros gallegos para reconocer a ese importante sector de la población emigrante,hay 7.911 ourensanos.

El envejecimiento que caracteriza a la población residente -aquí, casi un tercio de los habitantes, más de 96.000, superan los 65 años- se manifiesta incluso más en la diáspora, donde permanece la huella del éxodo del siglo XX. Según la estadística de 2018, de los 33.888 ourensanos de nacimiento que viven en el extranjero, un total de 22.851 -el 67 %- tienen 65 años o más. La mayoría de los mayores se encuentran en el continente americano.

Entre 16 y 64 años hay en otra nación 10.832 ourensanos nacidos aquí. En este caso son mayoría -7.126 personas- los que están afincados en otro país de Europa.

La población de origen que continúa en un lugar foráneo decae año a año, en una tendencia constante en el último decenio. Unos regresan a sus raíces para pasar su última etapa, otros fallecen allí. En 2009 había 37.502 ourensanos de nacimiento en distintas partes del mundo, un 10,7 % más que ahora.

El vínculo trasciende la cuestión del nacimiento. En las segundas y terceras generaciones también late la tierra de los familiares. Según el Instituto Galego de Estatística, 516.489 personas residentes en el extranjero tienen nacionalidad española con Galicia como territorio de inscripción, 113.681 -el 22 %- de Ourense (88.332 en América).