La comunidad budista de Ventoselo, San Amaro, celebró ayer la ceremonia de purificación que sirve de colofón al retiro que los maestros y lamas realizaron en agosto. Esta vez, abierto también a los discípulos de Asia y España que participaron en paralelo en los 15 días de meditación. La denominada Puya de Fuego se celebra el día siguiente al último de retiro y se utiliza en el budismo para eliminar los obstáculos que impiden el desarrollo de mentes positivas.

La ceremonia consiste en tres rondas de ofrecimientos en las que se arrojan al fuego 13 sustancias diferentes mientras se recitan los mantras. En este caso dedicados a Chitamanitara y Tara Verde, que corresponden a los retiros de los lamas y resto de discípulos del templo budista de Ventoselo. A través de los mantras, los participantes buscan activar en su interior la energía que aportan estas figuras, en el caso de Tara Verde, que es la deidad femenina, la compasión y pacificación de obstáculos.

El monasterio Chu Sup Tsang se empezó a construir hace 10 años en esta pequeña localidad ourensana que ayer congregó a unas 200 personas alrededor de la ceremonia. Es el primer y único monasterio budista de Galicia y también la que hoy se erige como la primera universidad monástica de occidente que imparte estudios de filosofía budista fuera del Tibet y la India. El proyecto, tal y como arrancó en 2008, se ha quedado pequeño y la fundación Chu Sup Tsang, que levantó el templo en lo que era una casa en ruinas, ha puesto en marcha una segunda fase de expansión. La propia entidad financia la obra pero también recibe aportaciones a través de donativos.

Este avance en el proyecto supone incrementar el espacio de hospedería para poder dar acogida a la cada vez mayor cantidad de gente que busca formación o retiro en este templo. A las más de 50 plazas actuales se sumarán otras 87 repartidas en 23 dormitorios en una nueva edificación.

Un tercer proyecto, mucho más ambicioso, incluye la construcción del templo principal para 500 personas (gompa), de dos plantas, con 30 casas de retiro y seis de meditación, además de una biblioteca que albergará un depósito de textos budistas pero también de otras religiones y filosofías del mundo.

Esta tercera fase se llevará a cabo en un "futuro cercano", prevé la comunidad, debido al "rápido aumento del número de estudiantes que asisten a los cursos de esta universidad". De hecho, el templo Chu Sup Tsang ha situado a Galicia y España, en el mapa mundial del budismo.

La monja Tenzing Ngeyung (Berta), que dejó su vida anterior como funcionaria del Concello de Ourense para unirse a esta filosofía, explica al término de la Puya de Fuego que entre los 70 primeros discípulos de este monasterio hay muchos españoles, pero también estudiantes de Asia, Alemania, Inglaterra, Ecuador o México. "Este proyecto es único, por eso es tan importante", afirma.

El director espiritual del templo es el lama Geshe Tenzing Tamding y lo que enseñan los maestros y monjes en Ventoselo es budismo tibetano de la tradición Gelugpa, la escuela del Dalai Lama. "Es un programa de estudios muy profundo de los monasterios del Tibet y ahora también de la India, pero es la primera vez que se traslada a occidente y además abierto a laicos", explica Tenzing Ngeyung.

El programa piloto arrancó en 2008 con un calendario a 10 años y dos convocatorias presenciales en primavera y verano, además de un retiro de meditación en diciembre. Este mes se examinaron los primeros 70 discípulos y el próximo año, además de continuar la formación para este grupo, se abre otra vez el programa para los que se quieran incorporar.

En la actualidad, la comunidad está formada por una docena de monjas y monjes y un lama residente, que es el maestro. El monasterio está abierto al recogimiento y cualquiera que busque tranquilidad puede hospedarse.