¿Qué ocurrió el mediodía del 19 de enero de 2010 en la remota aldea de Santoalla? Martin Verfondern volvía en su todoterreno Chevrolet Blazer a la aldea de Petín que cautivó al matrimonio del holandés y su esposa Margo Pool, cuando en 1997 hallaron un hogar tranquilo y, en apariencia, pacífico en medio de la naturaleza. El equilibrio y armonía iniciales fue deteriorándose poco a poco por la intolerancia de la única familia nativa que vivía en Santoalla. Martin empezó a temer. Se movía por la aldea con una cámara de vídeo para grabar los encuentros con sus vecinos El enfrentamiento por su derecho a beneficiarse del monte comunal fue el supuesto detonante. El 4 de diciembre de 2009, una sentencia obligó a considerar a Martin un comunero más a todos los efectos. Al mes siguiente desapareció. Tenía 52 años. La viuda Margo es la única que sigue en la actualidad en Santoalla.

Esta mañana, justo cuatro años después del hallazgo por azar del vehículo y los huesos de la víctima -un destello llamó la atención de un helicóptero de la Guardia Civil que acudía a un incendio-, se sientan ante un jurado el presunto autor del disparo, Juan Carlos R. G., y su hermano Julio, quien ayudó a esconder el cuerpo. La primera sesión de juicio -programado, en un principio, hasta el 25 de junio por la Audiencia Provincial- comenzará una vez finalizado el último trámite que establece la ley del jurado, una norma del año 1995.

Los 24 aspirantes a dictar el veredicto están citados a las 9.30 horas de la mañana. La selección definitiva quedará en 9 titulares y 2 suplentes. El fiscal, Miguel Ruiz, podrá recusar a 4 candidatos. Para las dos defensas quedan 4 descartes más.

Después -se prevé que en torno a las 10.30 de la mañana- comenzará la vista oral en acto público. El magistrado presidente, Antonio Piña -es el primer juicio con jurado para el responsable de la Audiencia Provincial de Ourense-, explicará a los jurados el funcionamiento de la vista. La letrada de la administración de justicia leerá los términos de la acusación y la defensa, y las partes tendrán la oportunidad de plantear alguna cuestión previa y hacer su primera alocución al jurado con un informe inicial. Después llegará el turno de los acusados, con el interrogatorio. Como todo encausado el día del juicio, tienen derecho a no declarar, a responder solo a las preguntas de su abogado o a contestar a todo.

Una de las grandes incógnitas que se despeja esta mañana es si ambos acceden a declarar y qué postura adopta Juan Carlos, que en diciembre de 2014 confesó a la Policía Judicial de la Guardia Civil, al ser detenido, para cambiar su versión 5 meses después. Padece una discapacidad intelectual. Según su defensa, tiene una mente infantil. El fiscal pide para él 17 años por asesinato. Su hermano no será condenado -la ley exime a los familiares directos que encubren un crimen-, salvo que se demuestre que colaboró en la muerte de Martin (afrontaría 18). Hoy, 8 años y medio después del crimen de Santoalla, empieza a aclararse todo.