Un día como ayer, lunes, era jornada de descanso en el Hotel Restaurante Los Milagros, situado en el mismo recinto que el santuario de Baños de Molgas. No había trabajadores en el establecimiento. El hostal fue escenario de un parricidio y del posterior suicidio del hijo, el gerente. El domingo, Francisco Feijóo, de 61 años, estuvo al frente del hostal, se interesó por los clientes en el restaurante como acostumbraba al final de las comidas y nadie notó nada extraño. Tampoco ningún vecino que habló con él aún ayer. Sobre las cuatro de la tarde, el sexagenario acabó con la vida de su padre Elías, de 88 años, viudo desde hace 2 e impedido. Le disparó y después se quitó la vida con la misma pistola. Lo tenía planificado. Había dejado notas y se encargó de avisar de su propósito a su abogado, que tiene despacho en Ourense. El progenitor tenía 88 año y estaba delicado de salud, con limitaciones físicas que lo mantenían encamado y no conservaba todas sus facultades, según la familia. Francisco se turnaba con su hermana para cuidarlo 6 meses cada uno. La Policía Judicial de la Guardia Civil baraja si el parricida tomó la decisión de matar al anciano y de suicidarse por problemas personales o deudas que lo llevaron a tal acto macabro por no querer dejar al anciano desvalido, siempre según la hipótesis por confirmar. Los familiares, abatidos por unos hechos tremebundos, no se lo explican. "¿Qué pudo pasar por su cabeza?", se dolían ayer varios a las puertas del hostal.

La Guardia Civil intentó evitarlo

El parricida dejó notas y comunicó sus intenciones a su letrado. El abogado declinó hacer declaraciones a este periódico. Tras el aviso de su cliente su reacción fue inmediata. Se puso en contacto con el 112 y con la central de a Guardia Civil, el 062, para informar de los planes. Los agentes del instituto armado se movilizaron de inmediato, pero llegaron al hostal tarde. Primero acudieron a la localidad de Arnuide, en el concello de Vilar de Barrio, de donde eran naturales padre e hijo. Al no encontrarlos allí -el parricida no detalló dónde estaban-, los guardias acudieron al hostal de los Milagros. Tuvieron que pedir una llave a los frailes del santuario de Los Milagros porque el establecimiento estaba cerrado al tratarse de un día de descanso. Entre tanto, el abogado volvió a comunicarse con el asesino para advertirle que la Guardia Civil iba en camino y que debía desistir. El parricida le colgó el teléfono, según fuentes consultadas, y consumó su propósito. Los agentes llegaron tarde. Encontraron a ambos familiares muertos por disparos. Los hechos ocurrieron en una habitación de la primera planta, donde residían. Entre los flecos sueltos se investiga el origen del arma y si el parricida contaba con licencia, aunque no tenga consecuencia penal.

VÍDEO | Mata a su padre y se suicida en Baños de Molga. // J. Fraiz

Además de a su abogado, al parecer el autor de los hechos llamó a su hijo y a otro familiar citándolos en el establecimiento a las seis de la tarde. La víctima del crimen estaba viudo y de sus cuidados se dedicaban seis meses el parricida y otros seis meses la hermana de éste, que reside en la aldea de Arnuide. Al parecer también contaban con una asistenta. El autor del crimen estaba separado de una primera esposa pero tenía una pareja que vivía con él en el hostal. El homicida estaba a punto de ser abuelo.

El crimen y el posterior suicidio causaron una profunda conmoción en Baños de Molgas y en toda la comarca. El hostelero llevaba unos 30 años regentando el establecimiento y era una persona muy conocida. Nadie, ni en la familia ni en el entorno, con mayor o menor trato diario, percibió indicio alguno en los últimos días que les hicieran sospechar. El parricida era "muy buena gente" y "una persona maravillosa", según vecinos a las puertas del hostal. El regidor de Vilar de Barrio, Julio Pérez, cuenta coincidió la pasada semana con Francisco Feijóo en un entierro. "No noté nada raro, él estaba charlando normalmente con la gente, como cualquier otro día". El alcalde califica lo sucedido como "un drama tremendo; no recuerdo nada igual". El de Baños de Molgas, Xaime Iglesias, asegura que toda la localidad está "conmocionada".

Apoyo psicológico

Tras tener constancia del propósito del hostelero, el 112 alertó a la Guardia Civil. Una vez que los agentes desplazados al establecimiento confirmaron que el hijo había matado a su padre, antes de quitarse la vida, el servicio de emergencias movilizó a una unidad de psicólogos para atención a los familiares.

La Policía Judicial de la Guardia Civil de Ourense realizó la inspección ocular. Se desplazaron desde Ourense a Baños de Molgas -es el mismo partido judicial- el magistrado de guardia -el titular de Instrucción 2 de Ourense, Luis Doval- y el forense. El levantamiento de los cadáveres finalizó cerca de las 20 horas. El entorno del hostal permaneció acordonado a unos 30 metros de distancia. Como en cada suceso violento, el juzgado abre diligencias penales y la Guardia Civil elabora un atestado. Con el informe definitivo de los agentes y el médico forense -hoy son las autopsias en el CHUO-, el magistrado dictará el sobreseimiento libre por el fallecimiento del autor.