A principios de septiembre, en una de las oleadas más virulentas de los últimos años, uno de los mayores incendios forestales del verano arrasaba más de 800 hectáreas de monte en el concello de Muiños, dentro del territorio del Parque Natural del Xurés. Probablemente, la zona más castigada año tras año en Galicia, pese a su valor ambiental y a que cuenta con una catalogación de reserva transfronteriza. Ayer un frente procedente de Portugal amenazaba de nuevo una zona muy próxima al fuego de septiembre, en Guntumil, de nuevo en un territorio con protección ambiental. Las llamas se situaban a un kilómetro aproximado de distancia del monte ourensano, apenas separado por un cortafuegos en la Serra do Pisco que sirve de frontera natural entre España y Portugal, en la raia' ourensana.

La consellería de Medio Rural no informó del incendio. La Xunta de Galicia solo hace públicos aquellos que superan las 20 hectáreas de superficie -este puede que lo haya hecho, aunque en territorio fronterizo-, o ponen en peligro propiedades, infraestructuras públicas o personas. Fuentes de la localidad aseguran que el incendio llevaba unos tres días quemando, pero este viernes aumentaron los puntos de fuego -se sospecha que para ganar zonas de pastoreo- y también fue más visible la humareda. Los servicios de extinción confiaban en que no se formara un cordón continuo de fuego y que el frío de la noche ayude a aplacar las llamas.

En la provincia de Ourense, el monte sigue ardiendo en pleno invierno.