Es una muerte tácitamente silenciada pero cuya dimensión abruma. La tendencia se mantiene y los suicidios superan, año a año, el número de muertes en accidente de circulación. Mientras esta última problemática está asentada en la agenda pública, los expertos en prevención de muertes auto provocadas aún reivindican un plan nacional para atajar un problema que, subrayan, es de salud pública. La estadística oficial de los forenses permite, al menos, acoger una reducción de los casos. En 2014, se quitaron la vida 31 personas en la provincia de Ourense. Supone un 35% menos de casos que en 2013 (48 muertes propias). Desde 2007, únicamente en 2010 (27) la incidencia fue menor. A pesar de la mejoría de las cifras, y a la presencia en Ourense de una unidad de tratamiento que reduce las recaídas a la mitad, el total de suicidios volvió a sobrepasar el de fallecidos en carretera.

Esta última cifra difiere según quién ofrezca la estadística. La Dirección General de Tráfico (DGT) contabiliza a un total de 18 víctimas, dos de ellas en tramo urbano. Con estos registros, el pasado fue el peor año en siniestralidad vial desde 2011 tras un incremento de un 50%, según los datos de la DGT. Pero la cuenta es mayor de acuerdo al balance del Instituto de Medicina Legal (Imelga). Los forenses sí computan, a diferencia de Tráfico, los fallecimientos en el hospital de los heridos graves, así como otros supuestos como siniestros de tractores agrícolas o atropellos en lugares de trabajo. El servicio eleva a 26 personas el número total de fallecidos en siniestros de tráfico. Solo A Coruña registró más muertes de este tipo que Ourense, de las siete principales ciudades gallegas, en las que el Imelga tiene sedes. Los forenses introducen otra variable en el estudio de la siniestralidad en carretera. Según sus exámenes, tres de los 26 fallecidos de Ourense habían consumido drogas o alcohol.

4.500 informes de valoración

Los médicos del Imelga son la autoridad que asiste al levantamiento de un cadáver cuando un fallecimiento no es natural, o existen dudas. En la provincia de Ourense hubo en 2014 un total de 110 muertes que fueron consideradas violentas. La gran mayoría (77), por accidentes. Los traumatismos fueron la causa fundamental de 62 fallecimientos. Además de los 31 suicidios conocidos por los forenses, también intervinieron en 2 homicidios: el antropólogo Fernando Serrulla estudió los restos del holandés de Petín, cuyos huesos fueron hallados en junio. En diciembre, apareció el cuerpo de un joven de O Carballiño presuntamente arrojado a un embalse. Los casos de muertes violentas superaron a los 101, donde intervinieron forenses, de óbitos naturales. Ocho de cada diez, por una patología cardiovascular.

La estadística plasma el intenso trabajo de los profesionales del Imelga, que prestan su servicio a la administración de justicia. Declararon como peritos en 317 juicios y hacen un trabajo ingente de papeleo: unos 4.500 informes para valorar lesiones, estados mentales o capacidades.