Después de un invierno de lluvias y cielos grises, Ourense se ha entregado al sol y al calor en un anticipo de primavera que ha dejado estos días temperaturas por encima de los 25 grados en la capital.

A pesar del buen tiempo, el caudal del río Miño a su paso por la ciudad sigue siendo elevado y las termas de A Chavasqueira continúan anegadas aun cuando hace más de una semana que no se registran precipitaciones. La inutilidad de las piscinas públicas en este tramo no ha servido de excusa para que los ourensanos apurasen ayer la sobremesa y rescatasen bañadores, bikinis y bolsas playeras del fondo del armario para salir en una alegre procesión hacia las riberas del Miño.

La crecida acotó el espacio para tomar el sol, pero eso no supuso ningún inconveniente. También el circuito de 14 kilómetros que rodea el cauce entre Oira y Outariz se mantuvo muy concurrido durante toda la jornada.

Ayer se registraron máximas de 23 grados en la ciudad después de haber alcanzado mínimas de 3,3 grados, lo que supone un salto de 20 grados.

Bajo cero en Verín

En localidades como Verín el termómetro llegó a marcar en negativo, con menos 0,4 grados durante la madrugada. En ambos casos, los valores registrados por Meteogalicia representan la máxima y la mínima de la comunidad gallega.

La predicción para hoy y mañana mantiene la tendencia anticiclónica con máximas que rondarán los 24 grados y mínimas entre 5 y 7 grados en As Burgas. Las temperaturas altas empezarán a caer el martes, hasta los 19 grados, y el tiempo empeorará a partir del miércoles con previsión de lluvias desde del jueves incluido el próximo fin de semana.