Pasaban de las doce del mediodía, después de varias horas de fiesta que terminaron trágicamente en las aguas del Miño. Un joven de 18 años perdió ayer la vida en el río, en una zona de la margen derecha próxima al Puente Romano, donde había acudido con un amigo para tomarse un baño después de una noche de ocio que, a falta de lo que determine la autopsia, pudo tener relación con el fatal desenlace. El

El joven fallecido de nacionalidad colombiana e identificado como B.F.R.A., se fue al fondo en una zona con pozos profundos -de unos tres metros según fuentes de Protección Civil-, a pesar de que el nivel del río a su paso por Ourense se encontraba ayer bajo mínimos por el periodo de estiaje del verano y las fases de regulación de los embalses aguas arriba.

Diversas voces comunicaban la hipótesis probable de un corte de digestión o cualquier otra indisposición que pudiera estar asociada a las horas de ocio nocturno acumuladas.

El joven se ahogó y todo sucedió súbitamente sin que su acompañante pudiera hacer nada, según explicaban fuentes de la Comisaría Provincial de Policía Nacional.

Una llamada advirtió al 112 y este servicio, a Policía Local, Protección Civil y Bomberos de Ourense. Faltaban aproximadamente 15 minutos para la una de la tarde. Dos socorristas con la ayuda de los ocho bomberos que acudieron al lugar del suceso emplearon una lancha de rescate y recuperaron el cuerpo, que se había hundido en una depresión del cauce, hasta la zona de ribera donde se certificó el fallecimiento del joven bañista.

Los forenses practicaban ayer por la tarde la autopsia al cadáver, en el servicio post mórtem del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO). La prueba determinará las circunstancias exactas que determinaron el fallecimiento.