El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, presidió ayer el acto de puesta en servicio de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Carrás, en O Carballiño, que presentó como "una infraestructura que el año que viene, una vez aprobado en el largo plazo su correcto funcionamiento, se entregará formal y definitivamente al Concello para su explotación".

En la visita, Feijóo estuvo acompañado por el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, y por el alcalde Argimiro Marnotes. El presidente explicó que esta infraestructura mejora la calidad de las aguas del río Carrás "y, por lo tanto, del Arenteiro, del Avia e incluso del Miño". De hecho, explicó que la EDAR incorpora un "inusual y ambicioso tratamiento terciario de la depuración", lo que supuso un esfuerzo económico y técnico "muy importante". En total, se invirtieron cerca de 7 millones de euros en unas instalaciones dotadas con 10 kilómetros de colectores que servirán a unas 6.500 personas, es decir, cerca de la mitad de la población de O Carballiño.

Por otro lado, Núñez Feijóo anunció en Carrás que la Xunta tiene intención de colaborar en el control de las 120 depuradoras municipales de Galicia, para lo cual se ha convocado un concurso público para la adjudicación este mes a una empresa de estas tareas de seguimiento y supervisión: "Queremos que haya un seguimiento permanente en el mantenimiento y en la supervisión de estas infraestructuras, para que se mantengan activas con un tratamiento efectivo que permita devolver el agua en iguales condiciones con la que la captamos en los ríos", señaló Feijóo que destacó el "actual respeto medioambiental" de la Xunta de Galicia.